La IA seguirá siendo noticia en 2025. Más allá de los avances de herramientas como ChatGPT hay un universo nuevo de “interacciones impulsadas por IA”. Hacía allá se dirigen los esfuerzos de las nuevas start-ups que buscan espacio en el competido mundo de la inteligencia artificial.
A finales de 2022 se presentó ChatGPT y la IA llegó con fuerza. Durante 2023 aparecieron competidores como Gemini y salieron aplicaciones como Sora. En 2024 las empresas empezaron a experimentar con las herramientas basadas en IA y 2025 será según Bloomberg, el año para consolidar tendencias.
El diablo está en los detalles. Cuando haces una pregunta a Gemini, por ejemplo, toda la respuesta aparece en bloque. Pero si haces la pregunta a ChatGPT, puedes ver cómo responde palabra por palabra como si la IA estuviera ‘escribiendo’ en tiempo real.
Esos detalles hacen parte del ‘diseño de IA’ y son fundamentales para las nuevas tendencias que marcarán el 2025.
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Asistentes invisibles
El ejemplo más claro de este tipo de apps es Granola. Toma el audio de las reuniones y empieza a elaborar ‘actas’ con los elementos clave. No es necesario usar bots porque el programa se instala en el equipo.
Si además tienes tus propias notas, Granola revisa, amplía y organiza la información. Todo esto lo hace en ‘background’, es un asistente completamente invisible que tiene sus funciones muy claras. No hay necesidad de prompts, ni indicaciones específicas.
Desarrollar aplicaciones basadas en IA para cada necesidad de una oficina y que no requieran prompts, puede ser una tarea descomunal. Pero el futuro luce cimentado sobre ‘superapps’ impulsadas por IA, capaces de (literalmente) conversar la una con la otra.
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Agentes para las tareas rutinarias
El verdadero nombre de esta tendencia es mucho más simple: computer use. Abre la posibilidad de contar con un asistente de IA que pueda ‘ver’ lo que hacemos en el equipo y en un momento específico, ‘tomar el control’.
En ese instante el agente puede mover el cursor, hacer los clics correspondientes y escribir en nombre nuestro (con nuestro estilo, por supuesto). The Browser Co y Google están trabajando en asistentes como estos para sus navegadores.
Sería para algunas tareas, casi como tener a dos trabajadores resolviendo: el humano en la parte más estratégica y la IA en lo rutinario.
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Lenguaje natural real
Desde la aparición de ChatGPT hemos querido establecer ‘conversaciones’ con las IAs, pero en ocasiones estas interacciones terminan convertidas en un ida y vuelta de preguntas y respuestas.
Son muchos los casos de usuarios que han desistido de aprovechar las bondades de la IA porque sus primeros relacionamientos con esta tecnología fueron frustrantes. O hay casos más delicados como el de Character AI.
No obstante, los nuevos avances prometen una experiencia mucho más natural en las conversaciones con IA. Las nuevas actualizaciones pueden escuchar audios largos con solicitudes complicadas y pueden obviar las interrupciones, las muletillas y los errores e interpretar fidedignamente la intención del usuario.
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Usabilidad y diseño
Cuando Microsoft presentó Recall, se levantaron muchas preocupaciones por los riesgos de privacidad. No era para menos: la idea de esta aplicación era tomar pantallazos constantes de lo que hace el usuario para que la IA sepa ‘cómo trabaja’ el humano y ayudarle en sus tareas.
Si bien las preocupaciones por la privacidad se mantienen, las gigantes tecnológicas están trabajando en cómo resolver este predicamento. El verdadero éxito de un asistente de IA dependerá de cuántos datos recibe: menos datos, menos funcionalidad.
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Social by design
La IA colaborativa será una de las apuestas más grandes. Cove es el ejemplo perfecto. Permite que varios usuarios que trabajan en un mismo proyecto puedan editar un mismo documento y hacer solicitudes simultáneas a la IA (que sería un miembro más del equipo).
De esta manera se eliminan los intermediarios o las sugerencias de varias IAs copiadas y pegadas por los usuarios en distintos momentos y se facilitan los procesos de colaboración de un equipo sobre un gran proyecto.
El presente de la IA sigue escribiéndose
Las tendencias existen, más que nada, para analizarlas. El tiempo dirá si lo que se plantea es posible, si es posible a qué costo, y si al final será técnica, tecnológica y financieramente sostenible.
Son muchas las variables que pueden influir: muchas ideas se ven muy bien en el papel pero al implementar la experiencia del usuario final dicta otra cosa, o la viabilidad financiera es apenas suficiente y muchas start-ups se hunden antes de empezar a navegar.
Mientras tanto, seamos testigos de la construcción del presente y futuro de la IA.