El sector financiero es uno de los más interesados en hacer parte del metaverso. La verdad es que todas las industrias están revisando sus posibilidades y oportunidades en la próxima evolución del internet y desde ya están empezando a acercarse a este nuevo universo digital.

Aunque Facebook fue una de las primeras empresas en anunciar el desarrollo del metaverso con su marca Meta, desde hace algunos años ya existían plataformas como Decentraland que ofrecen lo que propone el metaverso: ampliar la experiencia digital.

El metaverso busca ofrecer experiencias digitales más completas para los usuarios, unir el mundo digital y el físico, algo similar a la tendencia ‘phygital’. Cada empresa puede contar con su propio universo digital, su propio ‘metaverso’.

Una tienda de ropa online, por ejemplo, que agregue una capa de realidad aumentada en su aplicación de ventas, ya está ingresando al metaverso: está ampliando la experiencia digital del usuario.

Las perspectivas económicas del metaverso

Ofrecer experiencias inmersivas, más completas para los usuarios es parte de la oportunidad de participar en esta tendencia que apenas inicia. No obstante, según datos de  Bloomberg,  se espera que la oportunidad de ingresos del metaverso llegue a los 800 mil millones de dólares en 2024.

Por otro lado, Goldman Sachs y Morgan Stanley estiman que la economía del metaverso a nivel mundial puede llegar a los 8 billones de dólares. Después de todo es una de las industrias que más ha tenido que adelantarse a la transformación digital, trabajar en completos esquemas de ciberseguridad y mantenerse a la vanguardia en temas de tecnología.

Los bancos pioneros del metaverso

Un informe de Accenture presenta las ideas de algunas entidades financieras que han empezado a experimentar con las posibilidades que ofrece el metaverso incorporando cambios para mejorar la experiencia de los usuarios, con novedades que van más allá de lo estético.

El banco KB Kookmin, una de las instituciones más grandes de Corea del Sur cuenta ahora con un banco virtual en el que los clientes pueden encontrar información personalizada e interactuar con asesores financieros gracias a una función de realidad virtual.

En una experiencia similar, el BNP Paribas lanzó una aplicación de realidad virtual que le permite a los usuarios realizar transacciones bancarias en un ambiente de realidad virtual.

Por su parte el J.P. Morgan abrió su propio espacio en la plataforma Decentraland, en la que se pueden hacer diferentes transacciones como pagos internacionales, cambio de divisas y creación de activos financieros, todo basado en Onyx, una herramienta de pagos basada en blockchain.

HSBC invirtió de manera similar en The Sandbox, un espacio similar a Decentraland, pero ofreciendo elementos como juegos interactivos y digitales, compartiendo espacios con marcas como Gucci y Adidas.

Un futuro más allá del mundo digital

Como estos son muchos los ejemplos de compañías que desde ya se preparan para los próximos cambios que vendrán con el auge del metaverso. Empezar a ampliar la experiencia digital de los clientes es un buen primer paso.

Los cambios y la inversión en el desarrollo de actividades relacionadas con el uso de la realidad virtual y la realidad aumentada, también hacen parte de la llamada transformación digital.