Cómo construir un firewall humano

Cómo construir un firewall humano

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No importa lo avanzadas que sean sus herramientas de ciberseguridad. Solo son tan fuertes como las personas que las utilizan. Las estafas de phishing, la ingeniería social y las contraseñas débiles son amenazas que a menudo tienen éxito no porque fallen los sistemas, sino porque los seres humanos son el eslabón más débil. A medida que los ataques cibernéticos se vuelven cada vez más sofisticados y complejos, los equipos de TI deben invertir en una de sus líneas de defensa más poderosas: las personas detrás de las pantallas.

Un firewall humano está formado por empleados educados y vigilantes que entienden las amenazas a la ciberseguridad y saben cómo responder ante ellas. He aquí algunos consejos prácticos y reales para ayudarle a construir esa línea de defensa.

Comience con una capacitación de concienciación sobre seguridad atractiva y práctica

No basta con llevar a cabo una sesión de capacitación en seguridad y darla por terminada. Al igual que los simulacros de incendio, la concienciación sobre ciberseguridad debe ser frecuente, práctica y basada en escenarios. Es más probable que los empleados recuerden lo que tienen que hacer cuando lo han practicado. Utilice ejemplos reales en sus sesiones de capacitación. Estos incluyen una factura falsa de un proveedor o un correo electrónico urgente de restablecimiento de contraseña con un dominio falsificado.

Cuanto más realista sea el ejemplo, mejor preparado estará su equipo.

Simule ataques y luego hable de ellos

Las campañas de phishing simuladas son una de las formas más efectivas de probar y enseñar. Estas campañas ayudan a identificar a los usuarios susceptibles de caer en los ataques de phishing y permiten una capacitación de seguimiento específica. Sin embargo, no se limite a realizar un control de los clics. Abra la conversación. Discuta cuáles eran las señales de alarma, por qué el correo electrónico era sospechoso y cómo denunciarlo.

Por ejemplo, supongamos que una empresa de servicios financieros realiza un simulacro trimestral de phishing. Se dio cuenta de que, aunque la mayoría de los empleados no hicieron clic en el enlace, unos pocos reenviaron el correo electrónico a sus colegas preguntando "¿Parece real?". Eso abrió una oportunidad de capacitación totalmente nueva. Reconocer que el silencio no es seguridad y saber cómo informar de actividades sospechosas es tan importante como no caer en ellas.

Promueva una cultura de denuncia sin culpables

La ciberseguridad es un deporte en equipo. Si un empleado hace clic en un enlace malicioso o cae en una estafa, debe sentirse animado a denunciarlo inmediatamente. No debería preocuparse por recibir una reprimenda. Cuanto antes se entere el equipo de TI de un error, más rápido se podrán minimizar los daños. Construya una cultura en la que los usuarios sepan que informar de un error es mejor que encubrirlo.

Simplifique el comportamiento seguro

La gente tomará atajos cuando la seguridad se complique. Así es la naturaleza humana. Facilite que los usuarios hagan lo correcto. Implemente el inicio de sesión único siempre que sea posible, utilice gestores de contraseñas para evitar los escenarios de "contraseña123" y exija la autenticación multifactor sin crear fricción.

Recuerde que el objetivo es guiar a los usuarios, no abrumarlos. Las instrucciones claras, las señales visuales y los recordatorios amistosos ayudan mucho. Algo tan sencillo como un código de colores en los mensajes de correo electrónico externos puede hacer que los empleados se lo piensen dos veces antes de hacer clic.

Mantenga la seguridad en las conversaciones cotidianas

Los mejores programas de ciberseguridad no se mantienen en silos. Aparecen en las reuniones de equipo, los boletines internos, las sesiones de incorporación y los almuerzos de equipo. El refuerzo regular sin miedo ni fatiga es la clave. Comparta las noticias sobre ataques de gran repercusión y pregúntese "¿Qué haríamos si esto ocurriera aquí?".

Construir un firewall humano no es un proyecto de una sola vez. A medida que evolucionan las amenazas, también deben hacerlo las personas. Al convertir a sus empleados en ciberaliados en lugar de en riesgos, transforma su eslabón más débil en su escudo más fuerte.

Los ciberdelincuentes cuentan con que la gente cometa errores. ¡Demostremos que se equivocan!