Sin duda, la inteligencia artificial llegó para cambiar nuestra cotidianidad y las empresas no son ajenas a esta realidad.
Convirtiéndose en protagonista de muchos procesos empresariales, la IA ahora está presente en videoconferencias, brindando asistencia virtual para transcribir, traducir, subtitular o incluso hacer resúmenes de dichas reuniones.
Esto ha permitido incrementar la eficiencia en las compañías, ya que estos sistemas pueden procesar grandes volúmenes de información, identificar temas clave y mejorar la productividad.
¿Existen fallas en esta lógica?
Sin embargo, también han surgido preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información, ya que los datos sensibles captados en las reuniones, pueden quedar expuestos a terceros, especialmente si se almacenan en servidores externos o en la nube.
La posible filtración de secretos comerciales o decisiones estratégicas puede comprometer la integridad de las empresas. Además, la capacidad de la IA para detectar patrones de conversación y sentimientos podría ser explotada de maneras no deseadas, afectando la privacidad de los participantes de las videoconferencias.
Los errores de transcripción, aunque reducidos con las mejoras tecnológicas, representan un desafío, ya que un malentendido en la interpretación de las palabras podría tener consecuencias graves.
El investigador e ingeniero Alex Bilzerian dijo en X que, después de una reunión de Zoom con algunos inversores de capital de riesgo, recibió un correo electrónico automático de Otter.ai, un servicio de transcripción con un asistente de reuniones de IA.
El correo electrónico contenía una transcripción de la reunión, incluida la parte que tuvo lugar después de que Bilzerian cerrara la sesión. Eran horas de una conversación privada, en la que se discutieron detalles íntimos y confidenciales sobre el negocio.
Bilzerian le dijo a The Washington Post a través de un mensaje directo de X que en dicha conversación se discutieron los fracasos estratégicos de la empresa y las métricas manipuladas, información bastante privada para la compañía. Lo cual, lo llevó a desistir de seguir trabajando con la inversora de capital.
¿Cómo mitigar estos riesgos?
Para hacer frente a estos desafíos, muchas empresas están explorando formas de garantizar la privacidad de sus reuniones. El cifrado de extremo a extremo y las soluciones de almacenamiento local están ganando popularidad como mecanismos para proteger los datos de transcripción.
También podría ser de gran utilidad que las organizaciones desarrollen políticas claras sobre cuándo y cómo se debe utilizar la IA en videoconferencias, asegurando que los empleados estén al tanto de sus derechos y obligaciones en este contexto.
Las leyes sobre la privacidad en el lugar de trabajo varían según el país, pero es esencial que las empresas mantengan informados a los empleados y aliados sobre la normativa local e internacional de protección de datos y pongan en práctica estas regulaciones para preservar la privacidad de la información.
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¿Qué dicen las herramientas involucradas? ¿Se han pronunciado?
Frente a los hechos ya mencionados, algunas herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial han insistido a sus usuarios en ajustar sus configuraciones para evitar compartir información no deseada y pedir siempre consentimiento al usar esta tecnología en reuniones.
Algunas de estas herramientas, mencionaron a The Washington Post que si la configuración de compartir automáticamente está activada para todos los participantes, todos recibirán detalles de la reunión completa grabada, no solo de la parte a la que asistió alguna persona en particular.
Volviendo al caso de Bilzerian, Otter AI respondió al hilo en X y dijo que los usuarios “tienen control total sobre los permisos para compartir conversaciones y pueden cambiar, actualizar o detener los permisos para compartir una conversación en cualquier momento. Para este caso específico, los usuarios tienen la opción de no compartir transcripciones automáticamente con nadie o de compartir conversaciones automáticamente solo con usuarios que comparten el mismo dominio de Workspace”.
También compartió una guía que muestra cómo los usuarios pueden cambiar su configuración.
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Conclusión
Con la expansión del uso de IA en el ámbito empresarial, el equilibrio entre eficiencia y privacidad será cada vez más crucial para proteger tanto los intereses de las empresas como los derechos de los empleados y aliados.
Para un uso responsable de la IA al interior de las organizaciones, es fundamental implementar medidas de seguridad sólidas que protejan la privacidad y confidencialidad de la información.
Además, las empresas deben priorizar la transparencia sobre cómo se utilizan los datos recopilados, garantizando que los modelos de IA estén entrenados para minimizar sesgos o errores. Con un enfoque ético y centrado en la seguridad, la IA puede mejorar la eficiencia sin comprometer la confianza de los usuarios.
Para conocer mucho más sobre cómo proteger la privacidad de tus datos, te invitamos a ver el siguiente video:
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