Compartir nuestra vida en redes sociales se ha convertido en parte de nuestra rutina, incluso hay quienes deciden también compartir la vida de sus hijos desde sus primeros meses de vida, pero, ¿se ha preguntado acerca de las implicaciones de hacer esto? ¿Sabía que existe algo llamado “sharenting”?
Este término se conforma por la unión de dos palabras: “sharing” (compartir) y “parenting” (crianza o paternidad), el cual consiste en publicar la vida personal de los hijos desde temprana edad mediante comentarios, fotografías, videos o cualquier otro tipo de material en internet.
Aunque puede parecer inofensivo a simple vista, el sharenting plantea importantes cuestiones sobre la privacidad y la seguridad de los niños en el mundo digital.
¿Qué implica el Sharenting?
Este concepto abarca una amplia gama de actividades, desde publicar fotos y videos de los hijos hasta compartir detalles sobre su vida diaria, logros y desafíos. Muchos padres lo hacen con la intención de mantener a amigos y familiares actualizados sobre el crecimiento y desarrollo de sus hijos, así como para documentar bellos recuerdos familiares.
Sin embargo, lo que puede iniciar como una expresión de amor y orgullo por los hijos puede acarrear graves consecuencias, ya que las publicaciones en redes sociales pueden revelar información personal y sensible sobre los más pequeños, como su ubicación, escuela, intereses y rutinas diarias.
Esta sobreexposición puede enfrentar a los niños a riesgos de seguridad, incluyendo robo de identidad, acoso cibernético, secuestro, entre otros lamentables hechos.
Según Internet Watch Foundation, los contenidos asociados a abuso sexual infantil se han incrementado 1.815% en menos de 10 años. En ese material hay imágenes sexualizadas de menores, pero otras que no lo son y que provienen en su mayoría a publicaciones de los mismos padres.
La Universidad de Chile, en una de sus publicaciones, revela que cada día, la red social Instagram suma más de 100 millones de publicaciones y un porcentaje relevante corresponde a posteos de orgullosos padres, madres o cuidadores que muestran fiestas de cumpleaños, bailes de fin de año o unas vacaciones en la playa de sus hijos e hijas.
La cifras hablan por sí solas: más del 75% de los padres compartió imágenes de sus hijos en las redes sociales, y el 33% nunca les pidió permiso a sus hijos antes de compartir fotos en línea.
Lamentablemente, este contenido podría terminar en manos de pedófilos o ciberdelincuentes que pretenden engañar a los más pequeños, aprovechándose de su vulnerabilidad.
Principales riesgos
Uno de los grandes riesgos del sharenting es la falta de control sobre quién puede acceder a la información compartida.
Aunque las redes sociales ofrecen opciones de privacidad, es difícil garantizar que las publicaciones sean vistas solo por personas de confianza.
Una vez que se comparte algo en línea, es casi imposible eliminar por completo esa información, lo que puede tener repercusiones a largo plazo para los niños a medida que crecen y se integran en la sociedad.
Otro riesgo importante es el potencial impacto en la autoestima y privacidad de los pequeños. Al crecer en un mundo donde su vida está constantemente expuesta en línea, los niños pueden sentirse vulnerables y perder el control sobre su propia narrativa.
Además, el sharenting puede afectar negativamente la relación entre padres e hijos, ya que los niños pueden sentirse avergonzados o invadidos por la sobreexposición en línea.
Un estudio publicado por la revista Journal of Youth and Adolescence, indica que la exposición en redes sociales puede estar relacionada con problemas de autoestima, depresión y ansiedad en los más jóvenes.
Prácticas seguras de Sharenting
Si bien el sharenting plantea desafíos, no significa que los padres deban abstenerse por completo de compartir sobre sus hijos en línea. En cambio, es importante adoptar prácticas seguras para proteger la privacidad y seguridad de los niños:
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Limitar la cantidad de información compartida: antes de publicar algo sobre los hijos, los padres deben considerar si la información es verdaderamente relevante y necesaria para compartir en línea. Limitar la cantidad de información personal puede ayudar a proteger la privacidad de los pequeños.
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Revisar la configuración de privacidad: utilizar las configuraciones de privacidad disponibles en las redes sociales para controlar quién puede ver las publicaciones sobre los hijos. Esto puede incluir restringir las publicaciones solo a amigos y familiares de confianza o crear listas específicas de audiencia.
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Tener el consentimiento de los niños: a medida que los niños crecen, es importante involucrarlos en la decisión de qué se comparte en línea sobre ellos. Obtener su consentimiento puede ayudar a empoderarlos y a establecer límites saludables en cuanto a su privacidad digital.
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Pensar en el futuro: antes de compartir algo en internet, los padres deben considerar cómo podría afectar la reputación y privacidad de sus hijos a largo plazo. Recordar que lo que se comparte en línea puede tener repercusiones en la vida de los niños, incluso cuando sean adultos.
Compartir sobre los hijos en internet puede ser tentador, pero es crucial hacerlo de manera responsable y considerada. Al adoptar prácticas seguras de sharenting, los padres pueden proteger la privacidad de sus hijos y ayudarles a navegar las complejidades del mundo digital con confianza y seguridad.
¡Esto no es todo! Si quiere conocer mucho más sobre el sharenting, lo invitamos a consultar el siguiente video: