Hoy te invito a pensar como niño. ¿Quieres pasar gran parte del día jugando videojuegos, viendo videos en YouTube, revisando contenido en TikTok y hablando con tus amigos por redes sociales y WhatsApp? Suena tentador, ¿cierto? Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar qué tan riesgoso es exponerte tantas horas a internet?
Siendo pequeños es difícil sospechar de personas desconocidas que te agregan a tus redes sociales o de quienes pueden compartirte malware disfrazados de inocentes jugadores en tu videojuego favorito.
En el metaverso, los usuarios pueden ocultar su identidad detrás de un avatar, lo que podría permitir que los depredadores en línea se hagan pasar por niños, te engañen y te ofrezcan encuentros cara a cara en el mundo real.
Estos espacios virtuales representan nuevas oportunidades para que los ciberdelincuentes accedan a los usuarios más pequeños para extorsionarlos o para obtener ganancias monetarias a través de ataques cibernéticos de ingeniería social y phishing.
Con este panorama, los niños y adolescentes con poca experiencia y falta de conocimientos para detectar los peligros que se les presentan en línea, se convierten potencialmente en uno de los principales objetivos de este tipo de ataques.
Según un estudio de Kaspersky pocas personas consideran que uno de cada 10 niños latinoamericanos pasa al menos tres horas diarias participando en su propio metaverso de juegos en línea. Subestimando también algunos videojuegos que parecen inocentes, pero que están siendo usados como las principales plataformas para vulnerar a los más pequeños.
Minecraft y Roblox, por ser unos de los videojuegos más populares entre los niños, son los más explotados por los ciberdelincuentes. Minecraft lleva la delantera en cuanto a ataques se refiere, ya que en 2022, más de 140.000 usuarios fueron vulnerados al intentar descargar archivos en este videojuego, indica Kaspersky.
En el campo de los videojuegos es común usar trucos para actualizar y personalizar los mundos y personajes. Esta funcionalidad es utilizada por estafadores que distribuyen malware y aplicaciones no deseadas bajo la apariencia de funciones y modificaciones adicionales en Minecraft.
Roblox, un videojuego que cuenta con 90 millones de usuarios y se comercializa en el mercado infantil, también está representando un riesgo para la seguridad de los pequeños, ya que hay temores de que este siendo utilizado por pederastas para engañar a los menores.
BBC News, expuso el caso de una madre y su hijo, usuario de Roblox. En un principio a la madre le parecía un “juego inocente”, pero con el tiempo empezó a notar un cambio grande en el comportamiento de su hijo.
Preocupada, decidió revisar el videojuego y descubrió que su hijo se había estado comunicando con otras personas en una aplicación de terceros y había sido engañado para enviar imágenes sexualmente explícitas de sí mismo.
Para Amanda Naylor, líder de Barnardo (asociación sin ánimo de lucro que busca proteger a los niños del abuso sexual infantil), la industria debe hacer más para proteger a los menores.
Naylor cree que aunque Roblox puede tomar medidas cuando son informados acerca de casos de acoso, los niños a menudo no entienden que están sufriendo abuso, por lo que no se lo cuentan a nadie.
Otra plataforma que ha representado un riesgo para niños y adolescentes es Yubo (anteriormente Yellow), un sitio web para hacer nuevos amigos en línea, el cual tuvo que realizar bastantes cambios e incluso reemplazar su nombre para contrarrestar los malos comentarios.
Esta aplicación no tenía restricción de edad y solo bastaba con tener un número de teléfono para crear una cuenta, permitiéndole a los depredadores en línea crear perfiles completamente falsos para hacerse pasar por adolescentes y establecer contacto con sus víctimas para pedirles contenido explícito.
Según family zone, esta aplicación encendió las alarmas para muchos padres, debido a su fácil acceso y la forma rápida en la que sus hijos accedían a personas completamente desconocidas.
Para nadie es un secreto que los métodos para atacar a los menores en línea son cada vez más sofisticados y peligrosos. A continuación te presentamos los más utilizados:
Phishing: Es una técnica utilizada por los ciberdelincuentes para engañar a los niños y obtener información personal y financiera. Los atacantes envían correos electrónicos o chats fraudulentos para pedir a los niños que ingresen información personal, como nombres de usuario y contraseñas, o que hagan clic en un enlace que los redirige a un sitio web falso.
Una vez que los atacantes tienen acceso a esta información, pueden utilizarla para robar identidades o acceder a las cuentas en línea de los niños o sus padres.
Sextorsión: Los delincuentes utilizan el sexting, es decir, el intercambio de imágenes o videos sexualmente explícitos. Los depredadores suelen hacerse pasar por alguien conocido, como un amigo o un compañero de clase, y les piden que les envíen imágenes explícitas. Una vez que los ciberdelincuentes tienen este contenido, pueden utilizarlo para extorsionar a los niños.
Grooming: Es una técnica para ganarse la confianza de los menores. Los delincuentes suelen utilizar las redes sociales y otras plataformas en línea para acercarse a los más pequeños y ganar su confianza. Utilizan técnicas como la manipulación emocional y el halago para crear una relación más cercana.
Son muchas las maneras en las que un ciberdelincuente puede generar interacciones con menores. Es aquí donde el rol de los padres es fundamental para detectar a tiempo comportamientos inusuales en sus hijos y tomar medidas al respecto.
Ahora te invito a pensar como padre. Enséñale a tus hijos comportamientos digitales seguros, ayúdales a elegir sus contraseñas, establece reglas claras sobre lo que pueden y no pueden hacer en línea, explicándoles acerca de los riesgos que corren al estar expuestos en internet. Si es necesario acude a software de control parental para restringir contenido, páginas web o aplicaciones.
Con educación, supervisión y medidas de protección adecuadas, puedes ayudar a mantener a los más pequeños seguros en línea.