El lado oscuro de los dispositivos inteligentes: ¿Nos está saliendo cara la comodidad?

El lado oscuro de los dispositivos inteligentes: ¿Nos está saliendo cara la comodidad?

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Los dispositivos inteligentes entraron en el mercado con audaces promesas de comodidad, control y funcionalidad inigualables. Con la popularidad de los hogares inteligentes en aumento, no se puede negar que esta tecnología ha llegado para quedarse. ¿Y por qué no iba a ser así? Dichos dispositivos son sin duda cómodos de usar y ofrecen funciones legítimamente prácticas. Estas incluyen la activación por voz, el control remoto y el monitoreo. A pesar de los numerosos beneficios, es necesario reconocer los riesgos y los problemas potenciales asociados a los dispositivos inteligentes. ¿Los pros realmente superan a los contras?

El atractivo de la tecnología inteligente

La proliferación de dispositivos inteligentes es una consecuencia natural de esta era de hiperdigitalización. La comodidad y el control que ofrecen los dispositivos inteligentes —hablamos de funciones de automatización, toma de decisiones autónoma y control remoto— son legítimamente beneficiosos para un consumidor.

Por ejemplo, puede tener un refrigerador con regulación automática de la temperatura que le envíe notificaciones cuando detecte fallos o incluso el deterioro de los alimentos. Y con su función de control remoto, podrá realizar cambios en el modo de refrigeración y la temperatura incluso cuando no esté en casa. Ahora tome este ejemplo y aplíquelo a una amplia gama de aparatos —autos, lavadoras, aparatos de aire acondicionado, etc.— para hacerle la vida mucho más fácil. ¿Le sorprende que los dispositivos inteligentes estén por todas partes?

No todo es color de rosa

Ahora pasemos a las cosas no tan divertidas. En primer lugar, la digitalización añade una capa adicional de complejidad a sus dispositivos. Una mayor complejidad equivale a un mayor riesgo de fracaso.

La mayoría de los dispositivos domésticos inteligentes disponibles en el mercado —como Amazon Alexa y Google Home—requieren una conexión a Internet para habilitar sus funciones avanzadas de control remoto, procesamiento de datos y almacenamiento. Cuando se utilizan dispositivos basados en la nube como estos, siempre existe el riesgo de que el dispositivo quede completamente inutilizable o de que se pierdan ciertas funciones debido a problemas con Internet o a interrupciones en los servidores en la nube del proveedor. También se puede deber al eventual fin del soporte. Google anunció recientemente que está ocurriendo con los primeros modelos Nest.

Aún más preocupantes son los problemas de privacidad. Estos proveedores de servicios recopilan constantemente datos sobre el uso que usted hace de estos dispositivos. Cuando hablamos de electrodomésticos como refrigeradores, lavadoras o aparatos de aire acondicionado inteligentes, la recopilación de datos no es una preocupación importante. Esto se debe a que los datos generados por estos aparatos no son especialmente sensibles.

Sin embargo, cuando entran en escena las cámaras de seguridad, los asistentes de voz y otras plataformas IoT domésticas con múltiples dispositivos interconectados, la enorme cantidad de datos que se recopilan en este caso pueden ser motivo de preocupación. Existe la posibilidad de un uso indebido por parte del propio proveedor de servicios o un riesgo muy real de que sus datos se vean comprometidos por una infracción. Además, la mayoría de las grandes empresas tecnológicas tienen un historial cuestionable con la privacidad de los datos, por lo que no hay forma de estar seguro al cien por cien de que sus datos están a salvo.

El enigma local frente a la nube

Si le preocupa su privacidad, podría considerar un dispositivo doméstico inteligente controlado localmente. Lo anterior significa que usted tiene un control total sobre sus datos. Tampoco hay que preocuparse de que los problemas de conectividad a Internet causen interrupciones. La única desventaja es que estos dispositivos no son ni de lejos tan avanzados o ricos en funciones como sus ejemplares basados en la nube.

¿Dispositivos inteligentes… como servicio?

Otra cuestión provocada por la introducción de los dispositivos inteligentes es la monetización de determinadas funciones. Es algo que ya existe, con varios proveedores de servicios lanzando planes de suscripción para funciones específicas. A medida que más proveedores empiecen a explorar el modelo SHaaS (Smart home as a service, hogar inteligente como servicio), esto podría acabar convirtiéndose en una bola de nieve hasta el punto de que se espere que paguemos una suscripción incluso por funciones básicas.

Cuando BMW llevó las cosas demasiado lejos

Un famoso ejemplo reciente de una empresa que implementa un servicio de suscripción para lo que debería ser una función básica es BMW, que cobró una cuota de suscripción adicional por los asientos con calefacción. Aunque finalmente se rindieron ante la reacción del público y suspendieron este modelo de suscripción, el mero hecho de que estuvieran dispuestos a probarlo en primer lugar es algo que debería preocupar al consumidor promedio. Una vez que se pone en marcha el sistema de modelos de suscripción, ya no hay vuelta atrás.

Mercedes Benz también está experimentando con un modelo de suscripción para aumentar el rendimiento. Si bien ofrecen una opción de pago único, esto sienta un peligroso precedente en el que las empresas empiezan a cobrar una cuota de suscripción por funciones básicas. Las empresas siempre están poniendo a prueba la tolerancia de sus clientes a las prácticas desleales. No hay más que ver el estado actual de la industria de los servicios de streaming, donde se le obliga a ver anuncios que no se pueden saltar, incluso en los niveles de suscripción de pago. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que las prácticas desleales se conviertan en la norma?

Quizá lo inteligente no siempre sea lo mejor

Por supuesto, los dispositivos inteligentes no son del todo malos. Representan una evolución en la tecnología de los dispositivos domésticos. Sin duda pueden hacer nuestra vida más fácil. No obstante, es importante reconocer los fallos existentes y las posibles tendencias negativas, sobre todo porque esta tecnología se encuentra en una fase relativamente temprana. Aunque los consumidores no tengan un control directo sobre las decisiones tomadas por las empresas, aún es posible lograr un cambio positivo cuando nos levantamos contra las prácticas desleales. Depende de nosotros garantizar que la introducción de dispositivos inteligentes no acabe abriendo una caja de Pandora de prácticas desleales que afecten a la seguridad de nuestros hogares.