En el mundo actual, cada vez más digitalizado, la seguridad informática se ha convertido en una preocupación esencial. Esto aplica tanto para los particulares como para las empresas. Con cada vez más datos transmitidos y almacenados en línea, el riesgo de ataques cibernéticos y brechas de información nunca ha sido tan alto. Con la aparición constante de nuevas tecnologías, el campo de la seguridad cibernética crece y evoluciona rápidamente. En consecuencia, es muy probable que surjan nuevos riesgos de seguridad informática asociados a la protección de datos y redes a medida que más dispositivos se conecten a Internet.

La seguridad informática se ha convertido en una prioridad absoluta para organizaciones de todos los tamaños y sectores. La demanda de profesionales de la seguridad informática se ha disparado. En este blog, exploraremos algunos factores que desempeñan un rol sustancial en la configuración de la naturaleza de las amenazas a la seguridad informática del futuro. De este modo, proporcionaremos una mejor comprensión de las medidas que podemos tomar para protegernos frente a un entorno de amenazas que avanza.

Inteligencia artificial

En los últimos años ha aumentado el uso de la inteligencia artificial (IA) en la seguridad informática. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de información para identificar patrones y anomalías que pueden indicar un ataque cibernético. Sin embargo, la precisión de los algoritmos depende de la calidad de los datos con los que se entrenan. Esto subraya la importancia de garantizar que estos últimos sean precisos y estén actualizados. El uso de esta tecnología puede ser un arma de doble filo, ya que tanto los profesionales de la seguridad informática como los delincuentes informáticos pueden aprovecharse de ella.

Los profesionales de la seguridad informática aprovechan la IA para aprender de los datos y luego predecir, priorizar y neutralizar automáticamente posibles amenazas. Los delincuentes informáticos utilizan la IA para explotar las vulnerabilidades de las defensas informáticas de una compañía, lanzar ataques sofisticados y eludir los mecanismos de defensa y las políticas de seguridad. La confidencialidad de la información es un aspecto crucial del uso de la IA en la seguridad informática. Los negocios manejan un gran volumen de datos sensibles sobre sus clientes, tales como información biométrica y personal. Las compañías deben establecer estrictas medidas de seguridad para proteger sus datos y evitar que caigan en manos equivocadas.

Además, la rápida evolución del entorno de las amenazas plantea otro reto a la hora de utilizar la IA en la seguridad cibernética. Los algoritmos deben tener acceso a información suficiente para detectar y responder a las amenazas nuevas y avanzadas. El crecimiento exponencial de los datos y su abundancia pueden dar lugar a elevadas tasas de falsos positivos. Los sistemas de IA podrían marcar como maliciosos demasiados eventos benignos y pasar por alto eventos legítimos. Estos factores, junto con la pérdida de tiempo y recursos para los implicados, son una desventaja preocupante de la utilización de la IA en la seguridad informática.

Terrorismo informático

El terrorismo informático es una amenaza significativa para las infraestructuras críticas (CI) que dependen en gran medida del ciberespacio. Las CI —al igual que las instalaciones nucleares, las redes eléctricas, los sistemas de vigilancia aérea, los mercados de valores y las redes bancarias— son esenciales para el funcionamiento de las sociedades y economías. Cualquier ataque contra estos sistemas puede causar graves daños. Las organizaciones terroristas pueden utilizar el ciberespacio para reclutar, dirigir y controlar a sus miembros, difundir su ideología, y recaudar fondos. También pueden lanzar ciberataques contra CI y sitios web para sus fines políticos. El anonimato, el bajo coste y el alcance mundial del ciberespacio hacen del terrorismo informático una potente herramienta para los terroristas. Los ataques cibernéticos pueden causar más daños y afectar a más personas que los ataques físicos. Como si no fuera suficiente, la naturaleza interconectada de Internet facilita a los terroristas la identificación de posibles objetivos.

Los factores que contribuyen al terrorismo informático son variados y complejos. Estos incluyen las diferencias políticas e ideológicas, la desigualdad social y económica, y la disponibilidad de tecnología y recursos. Los terroristas informáticos utilizan diversas técnicas —tales como el hackeo, el phishing y los ataques de denegación del servicio— para lograr sus objetivos. Las consecuencias del terrorismo informático pueden ser devastadoras, desde daños económicos e interrupción de infraestructuras críticas hasta la pérdida de vidas humanas. También hay que tener en cuenta que el terrorismo informático no se limita a ataques contra gobiernos o grandes empresas. Las PYME y los particulares pueden convertirse en objetivos.

Informática cuántica

En los próximos años, la informática cuántica tiene el potencial de romper los algoritmos de cifrado que protegen nuestra información sensible y la infraestructura de Internet. Los métodos tradicionales de cifrado utilizan fórmulas matemáticas demasiado complejas para que los equipos clásicos puedan descifrarlas en un tiempo razonable. Sin embargo, recientes avances en la investigación cuántica —como el descubrimiento por Google y el Real Instituto de Tecnología (KTH) de Suecia de una forma más eficiente de que los equipos cuánticos realicen cálculos para descifrar códigos— han demostrado que el plazo para que los equipos cuánticos rompan el cifrado podría adelantarse. Es importante señalar que la preocupación más significativa con las amenazas de cifrado cuántico es la vulnerabilidad de la información sensible que necesita mantenerse en secreto. Esta incluye datos a nivel de seguridad nacional, información bancaria, datos de la ley de privacidad, etc.

Delincuencia como servicio

Crime-as-a-Service (CaaS) es un modelo de negocio en el que los delincuentes informáticos, desarrolladores de malware y otros actores de amenazas ofrecen sus servicios y experiencia a clientes potenciales. Permite a cualquiera lanzar ciberataques sin necesidad de conocimientos técnicos o de programación. Los proveedores de CaaS operan como negocios legítimos con desarrolladores, ingenieros y representantes de asistencia técnica. También emplean mulas de dinero para blanquear los pagos y ofrecen servicios de alojamiento “blindado”.

Ransomware-as-a-Service (RaaS), un subconjunto de CaaS, es un modelo basado en suscripciones que permite a un atacante comprar kits de herramientas de ransomware listos para usar. RaaS es la oferta de CaaS más popular, con precios que oscilan entre los 50 y los miles de dólares. Permite a cualquiera llevar a cabo campañas de malware y convertirse en ciberextorsionador, contribuyendo significativamente al crecimiento exponencial de los ataques de ransomware. Los operadores del ransomware REvil depositaron recientemente 1 millón de dólares en Bitcoin en un foro de hackers de habla rusa para demostrar su voluntad de involucrar a nuevos afiliados. El entorno del CaaS incluye varias empresas. Estas incluyen los servicios de Shadow Broker, los creadores de kits de exploits, los botnets para alquiler, el malware modular y el phishing como servicio.

Los precios de cada oferta varían y el mercado de CaaS ha madurado rápidamente en pocos años. Esto facilita aún más a los delincuentes informáticos atacar a más víctimas. El principal peligro del modelo CaaS es su rol como facilitador de ataques cada vez más sofisticados que están impulsando el rápido desarrollo de nuevas amenazas avanzadas. Con el fácil acceso a una variedad de herramientas y servicios de hackeo, incluso aquellos con conocimientos técnicos limitados pueden lanzar un ataque. Además, los delincuentes informáticos pueden personalizar sus ataques para adaptarlos a las necesidades específicas de sus clientes. Se pueden adquirir herramientas y servicios personalizados, así como asistencia, de los proveedores para llevar a cabo un ataque con éxito.

Adopción de 5G

La adopción de la tecnología 5G conlleva importantes ventajas, como una mayor velocidad y fiabilidad, así como nuevas oportunidades. Sin embargo, también plantea una serie de problemas de seguridad que hay que resolver. Como la red 5G se basa principalmente en software, crea una mayor superficie de ataque y el entorno de las amenazas informáticas crecerá significativamente. Además, las futuras actualizaciones se implementarán de forma similar a la incorporación de nuevas actualizaciones de software a un programa informático o smartphone. Por lo tanto, habrá varias vulnerabilidades informáticas y los profesionales de la seguridad tendrán que ocuparse de actualizar las tecnologías y las prácticas para garantizar la seguridad de la red.

Para garantizar una transición fluida a la 5G, hay que hacer más hincapié en la instalación de protecciones de seguridad informática adecuadas. Muchos negocios tendrán que modificar sus actuales estrategias para hacer frente a las tecnologías en desarrollo asociadas a la 5G. Los problemas de seguridad más importantes de la 5G son los ataques distribuidos de denegación del servicio (DDoS), la rápida implementación de tecnología vulnerable, la fragmentación de redes y los riesgos de las redes definidas por software. Los ataques DDoS pretenden degradar el rendimiento en línea saturando el objetivo con un tráfico excesivo. A medida que aumente el número de dispositivos junto con el rollout de las redes 5G, las amenazas DDoS podrían dar lugar a ataques aún más frecuentes y de propagación más rápida.

La rápida implementación de tecnología vulnerable significa que la mayoría de los dispositivos carecen de seguridad informática integrada. Esto los hace susceptibles de sufrir ataques. La fragmentación de la red, un componente de la infraestructura virtualizada de las redes 5G, representa otro problema de seguridad. Los fragmentos albergarán herramientas y servicios cruciales utilizados por las redes comerciales y públicas. Cada fragmento de red puede presentar peligros únicos. Los riesgos de las redes definidas por software también suponen una amenaza. Esto se debe a que el software que controla estas redes es vulnerable.

Geopolítica

La guerra cibernética puede ser ejercida por cualquier nación con un agravio contra cualquier otra. Como resultado, se está produciendo una fragmentación de Internet. Las naciones protegen cada vez más su Internet nacional de la global. El resultado es que se fomenta el uso de productos locales, se limita el acceso a fuentes de información extranjeras y se imponen restricciones al tráfico de Internet. Esto crea un entorno cibernético más complejo y difícil de proteger. Esto facilita a los actores de amenazas explotar las vulnerabilidades. Además, la desconfianza crece a partir de la división. Esto puede tener efectos negativos tanto en la seguridad informática como en la nacional. A medida que las naciones-estado se enfrentan en una competición geopolítica, recurren cada vez más a las operaciones cibernéticas para alcanzar sus objetivos estratégicos.

Esto podría conducir a un aumento de los ataques cibernéticos patrocinados por el Estado, que tienden a ser más sofisticados y selectivos que los ataques de agentes no estatales. Puede exigirse a las organizaciones vinculadas a la nación o compañía objetivo que monitoreen sus conexiones de red informática hacia y desde la empresa/país. Las tensiones geopolíticas también tensan la cooperación internacional en cuestiones de seguridad informática. Los países pueden estar menos dispuestos a compartir información o cooperar en medidas de defensa informática. Esto dificulta la identificación y respuesta a las amenazas informáticas.

Avanzar hacia el futuro

El futuro de la seguridad informática se enfrenta a un entorno complejo y desafiante debido a diversos factores que amenazan con aumentar la frecuencia e intensidad de los ataques cibernéticos. Se espera que los rápidos avances tecnológicos, unidos a la sofisticación de los delincuentes informáticos, den lugar a ataques más sofisticados y selectivos. Es probable que la adopción de tecnologías emergentes amplíe la superficie de ataque. Esto facilitará a los atacantes la violación de la seguridad de los datos sensibles.

A medida que el mundo está cada vez más interconectado, es crucial que las personas, las organizaciones y los gobiernos se mantengan alerta y adopten medidas proactivas para mitigar estas amenazas y proteger sus sistemas y datos. Implementar medidas de seguridad sólidas es crucial. Estas incluyen utilizar contraseñas seguras y software antivirus, además de ser precavidos a la hora de hacer clic en enlaces o descargar archivos adjuntos de fuentes desconocidas.