El tiempo de inactividad de la red abre las puertas a la pérdida de productividad y al desgaste de los clientes y puede afectar al crecimiento de la empresa de forma moderada, o incluso grave. Por lo general, las razones detrás de una interrupción de la red son las siguientes:
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Errores en los endpoints de la red: Cosas como un cuello de botella en la red o un pico de temperatura pueden interrumpir las operaciones de la red de un cliente y luego convertirse en un efecto avalancha que conlleva a una interrupción.
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Errores operativos: Según un estudio realizado por Uptime Institute, el 70% de los tiempos de inactividad de los centros de datos y servicios se deben a errores humanos.
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Cambios de configuración erróneos en los dispositivos: Un error de configuración puede empezar por algo tan pequeño como el mal funcionamiento de un dispositivo y provocar una interrupción de la red, lo que puede suponer una pérdida de productividad.
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Ataques cibernéticos o intrusiones de seguridad: El incumplimiento de las normas y las vulnerabilidades del firmware desatendidas pueden invitar a la delincuencia informática y a la pérdida de datos.
Y la lista continúa. Siempre ha sido una lucha ardua para los proveedores de servicios gestionados (MSP) proteger las redes de sus clientes de estos problemas.
Los errores de configuración son sin duda un tema de debate, ya que mantenerlos a raya requiere un esfuerzo y un tiempo considerables. Los MSP deben estar bien armados, tener una estrategia diseñada y estar siempre preparados para luchar contra los contratiempos de configuración y cumplimiento para mantener las redes de sus clientes en funcionamiento.
Es muy difícil mantenerse al día con los últimos estándares de la industria y aislar rápidamente las vulnerabilidades del firmware cuando se gestionan redes de varios clientes. Pero, estas tareas tienen que ser tomadas con seriedad para evitar el tiempo de inactividad en las redes de los clientes.