Ataques de día cero y cómo evitarlos

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Hablando en serio, ¿le parecería bien que sus compañeros de trabajo supieran cuánto gana? Especialmente si ha estado superando y prosperando dentro de su equipo de 20 empleados. La mayoría de las organizaciones cuentan con un proceso por el que los datos de la nómina de cada empleado se comparten confidencialmente con ellos y, a veces, con sus jefes. Esto mantiene a raya los arrebatos y enfados en el lugar de trabajo.
Sin embargo, los marroquíes no tuvieron tanta suerte.
A principios de abril de 2025, unos atacantes consiguieron explotar una vulnerabilidad de día cero y hackearon la Caja Nacional del Seguro Social (CNSS) de Marruecos. De esta forma, accedieron a los datos personales de más de dos millones de usuarios. Esto incluía su afiliación a la empresa, sus datos de contacto y —lo que es más importante— sus salarios. Esto provocó el frenesí de los compañeros de trabajo curiosos de todo el país.
Es casi imposible que las compañías conozcan todos los fallos de seguridad de sus aplicaciones y sistemas operativos, incluso si las correcciones y actualizaciones de los parches se implementan con regularidad. Esta es la razón por la que los ataques de día cero son más comunes y efectivos que cualquier otro tipo de ataque cibernético. Los hackers pasan días enteros utilizando herramientas de prueba avanzadas para intentar que los sistemas operativos y las aplicaciones fallen. Una vez descubierto el error, se hace ingeniería inversa para averiguar la causa del fallo. Esto lleva a la creación de un exploit de día cero: una serie de comandos diseñados para manipular el fallo, hackear el sistema y entregar la carga útil de una sola vez.
Los protocolos tradicionales de ciberseguridad, como los firewalls y los antivirus, están diseñados para estudiar características y patrones de amenazas conocidos. Cuando se detecta una vulnerabilidad desconocida, los sistemas tradicionales de ciberseguridad se ven sorprendidos. Si bien puede parecer imposible defenderse de estos ataques, una empresa puede implementar una estrategia de varios niveles para protegerse de ellos.
Hablemos de ello.
1. Análisis de vulnerabilidades y gestión de parches
Una forma importante de mitigar las amenazas de día cero es analizar los sistemas con regularidad e implementar parches para las vulnerabilidades. Emplear soluciones integrales de gestión de vulnerabilidades que ofrezcan una cobertura ampliada en todos los sistemas operativos y aplicaciones, una mayor visibilidad y una evaluación rigurosa le proporciona la primera capa de defensa contra los ataques de día cero. También puede analizar y parchear regularmente los sistemas y herramientas críticos para el negocio utilizando soluciones de gestión de parches. Dichas soluciones disponen de opciones para automatizar las funciones que consumen mucho tiempo. Adicionalmente, proporcionan informes detallados.
2. Segmentación de la red y privilegios mínimos
Segmentar su red en zonas más pequeñas y aisladas reduce enormemente la superficie de ataque. También ayuda a contener las amenazas dentro de las zonas aisladas. Esto —unido a una capa adicional de mínimo privilegio, el proceso de limitar los permisos requeridos a usuarios y aplicaciones— reduce aún más la superficie de ataque e impide el movimiento lateral.
3. Antivirus de nueva generación (NGAV)
La implementación de IA y ML para la detección y prevención de amenazas avanzadas da al NGAV una ventaja sobre el software antivirus tradicional, especialmente cuando se trata de la detección de amenazas de día cero. En lugar de basarse en características de amenazas, el NGAV analiza patrones de comportamiento mediante ML para identificar y prevenir amenazas en tiempo real. También tiene la capacidad de detectar, colocar en un entorno de pruebas y monitorear archivos sospechosos sin afectar al sistema principal. Como ventaja adicional, el NGAV también puede aprovechar las fuentes de inteligencia y las bases de datos contra amenazas basadas en la nube para mantenerse al día sobre las últimas amenazas y vulnerabilidades.
4. Capacitación y concienciación
Educar a los empleados y crear un grupo de trabajo dedicado a monitorear y mantenerse al día sobre las vulnerabilidades y amenazas es la última capa de defensa. Las campañas de concienciación sobre las amenazas informáticas más comunes y las mejores prácticas de ciberseguridad deben extenderse a toda la compañía. También es beneficioso contar con un equipo dedicado de ciberinvestigadores que analicen la web a diario en busca de actualizaciones sobre amenazas, vulnerabilidades y documentos de ayuda para mantener una base de datos de vulnerabilidades actualizada. Esta base de datos puede diseñarse para que se sincronice con el servidor de su herramienta de gestión de vulnerabilidades. De esta forma, también podrá comprobar y mitigar las vulnerabilidades.
Vulnerabilidad, no debilidad
Mediante la implementación proactiva de estas cuatro estrategias, los negocios pueden reducir significativamente el riesgo de ser víctimas de ataques de día cero. Aunque ninguna defensa es 100 % infalible, un enfoque por capas ayuda a crear un entorno resistente contra las amenazas emergentes. En el mundo en rápida evolución de la ciberseguridad, mantenerse alerta y adaptable es la clave para permanecer protegido.