Hasta el momento hemos sido testigos del inmenso poder de la inteligencia artificial para el desarrollo de soluciones tecnológicas. Sin embargo, gracias a iniciativas privadas, muy pronto la IA nos ayudará a encontrar la cura de varias enfermedades. ¿Cómo será posible? Aquí te contamos.
Si actualmente no eres un científico, biólogo o bioquímico, tal vez, después de la escuela no volviste a relacionarte con el tema que abordaremos en este blog.
Las células son las unidades básicas de la vida, pero aún hay mucho que no sabemos sobre ellas.
Por ejemplo, no sabemos cómo las moléculas de ADN, proteínas y lípidos se organizan para formar una célula que pueda funcionar. Tampoco sabemos cómo las diferentes células de nuestro cuerpo se comunican entre sí para realizar tareas complejas.
Esta falta de comprensión dificulta el desarrollo de tratamientos para enfermedades. Si no entendemos cómo funciona el cuerpo sano, es difícil saber cómo repararlo cuando está enfermo.
Sin embargo, la ciencia está avanzando rápidamente. Cada día, los investigadores aprenden más sobre las células y cómo funcionan.
La IA al rescate
Uno de estos avances va de la mano con la inteligencia artificial. Imaginemos un mundo en el que podamos representar cada estado y tipo de célula utilizando modelos de IA.
Una “célula virtual” podría simular la apariencia y las características conocidas de cualquier tipo de célula de nuestro cuerpo, y los científicos podrían utilizar un simulador de este tipo para predecir cómo podrían responder las células a condiciones y estímulos específicos.
Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, cofundadores y codirectores ejecutivos de la Iniciativa Chan Zuckerberg, están trabajando en esta posibilidad. Con la ayuda de datos y una correcta infraestructura informática, su objetivo es brindar a los científicos las herramientas que necesitan para aprovechar los nuevos avances en IA para ayudar a acabar con enfermedades.
Ha sido un camino largo
En un artículo de MIT Technology Review nos comparten tanto el pasado, como el futuro de esta iniciativa.
Si damos una mirada atrás, DeepMind y Meta han desarrollado sistemas de inteligencia artificial que están revolucionando nuestro conocimiento de las proteínas.
AlphaFold, de DeepMind, resolvió el misterio de la estructura de las proteínas en solo cinco años. Y ESM, de Meta, entrenado no en palabras sino en más de 60 millones de secuencias de proteínas, predice estructuras de proteínas y los efectos de mutaciones a partir de secuencias únicas.
Todo el trabajo del equipo del CZI se está utilizando para crear el primer borrador del Atlas de células humanas de código abierto, que trazará los tipos de células del cuerpo desde el desarrollo hasta la edad adulta.
Un equipo descubrió que el gen roto vinculado a la fibrosis quística se expresa en un tipo de célula que los científicos nunca habían encontrado antes. Esto podría conducir a nuevos tratamientos para la fibrosis quística.
Otro equipo identificó las células respiratorias que son más vulnerables al SARS-CoV-2. Lo cual podría ayudar a los científicos a desarrollar vacunas y tratamientos más eficaces para la COVID-19.
“Nuestro grupo informático no será tan grande como los que se utilizan en el sector privado para productos comerciales, pero una vez que esté en funcionamiento, será uno de los grupos de inteligencia artificial más grandes del mundo para investigaciones científicas sin fines de lucro.” Así lo afirman Zuckerberg y Chan en su artículo.
Vamos por buen camino
Todos estos descubrimientos son solo las primeras páginas de un libro que se convertirá en una guía para el desarrollo de tratamientos para enfermedades, y se cree que la IA puede acelerar significativamente el ritmo de descubrimientos de los investigadores en el futuro.
En 2016, el CZI se comprometió a ayudar a la comunidad científica a curar, prevenir o controlar todas las enfermedades para finales de este siglo.
Se cree que este objetivo es posible y que se puede lograr trabajando fuertemente, por supuesto, de la mano de la inteligencia artificial.