Vuelve y juega, en un anuncio realizado por la empresa de tecnología Meta (dueña de Facebook, Whatsapp e Instagram), se presentó al público una de sus mayores novedades. Unas gafas inteligentes de la mano de un gigante de la moda óptica, Ray-Ban.
Estas gafas tienen como objeto conceder a las personas el poder vivir experiencias mientras capturan y comparten momentos únicos y, según su página, de una manera completamente nueva.
Esto último no es tan cierto porque antes de ellos ya dos empresas habían intentado esto y por desgracia fracasaron. Pero de esto ya hablaremos más adelante.
Equipadas con sus 12MP estas lentes son capaces de grabar videos, tomar fotos y hacer livestreams, además cuentan con cinco micrófonos y dos bocinas para escuchar música, recibir mensajes, hacer llamadas o hablar con la asistente de Meta AI para pedirle información o realizar tareas, entre otras funciones.
En resumidas cuentas, prometen liberar a sus compradores de vivir y compartir esos mágicos momentos en vez de sacar el celular y tener las manos ocupadas. La promesa de la marca es poder revivirlos con una “autenticidad inigualable”.
Cabe resaltar que en temas de privacidad estas gafas poseen un nuevo sistema que alertará a otras personas cuando se está grabando contenido. Tienen un “led de captura que permite a los demás saber cuándo estás capturando contenido o saliendo en directo y si el led está cubierto, recibirás una notificación para que lo borres”, según Meta.
Ahora bien, como se mencionó anteriormente, esta idea no es del todo nueva porque dos pesos pesados de la tecnología ya lo habían intentado. Google con sus Google Glass y Snap Inc. (Snapchat) con sus Spectacles.
En ese primer intento, Google revolucionó el mercado con este invento en 2012, tanto fue así que su producto tuvo mención en un capítulo de la serie animada de Los Simpson, en los periódicos estadounidenses más importantes del país y un espacio en la semana de la moda de Nueva York.
Una serie de pasos en falso fue el detonante para la descontinuación del producto. Por mencionar algunos: el precio era muy elevado (1.500 dólares), la versión de prueba duró poco tiempo en el mercado, el diseño no era tan llamativo para los consumidores y desconocimiento de ellos en torno a la privacidad y seguridad cibernética.
Hoy en día se conoce que solo se desarrollan prototipos de las Google Glasses para el área de investigación y medicina.
Cuatro años después, Snap entro en el mercado con su producto Spectacles. Lastimosamente corrió con la misma suerte que su predecesora ya que también fue un fracaso total, por el “no sé si me están grabando” y a diferencia de los problemas anteriores, fue la campaña de marketing de despliegue del producto y la limitación de uso a su propia app de mensajería las que no dejaron que despegara.
Por supuesto esto dejó perdidas millonarias para la empresa y miles de gafas en las bodegas. Y lo que termino de lapidar a este producto fueron los reviews de su desempeño y el informe de Business Insider el cual expresaba que un gran porcentaje de clientes que compraron el producto dejaba de utilizarlo después de una semana y un mayor porcentaje al cabo de un mes.
Siete años después, Meta y Ray-ban vuelven al juego con el lanzamiento de su gadget tecnológico y su característica más notable es que estas gafas tendrán incorporada inteligencia artificial. Solo queda preguntarnos ¿cómo será el futuro de este producto?