A menudo, los datos se comparan con el petróleo y el oro por lo valiosos que pueden llegar a ser.
En el ámbito personal, abarcan desde copias digitales de documentación oficial hasta recuerdos preciosos. En el ámbito de las organizaciones, pueden ser descubrimientos propios, patentes o avances, datos de clientes… y la lista continúa.
¿Sus copias de seguridad realmente lo respaldan?
Naturalmente, los que somos conscientes de lo vulnerable que puede ser esta información tomamos precauciones. Subimos nuestros datos personales a servicios de almacenamiento en la nube, los grabamos en CD —o al menos solíamos hacerlo—, los copiamos en discos duros externos, etc.
En el trabajo, realizamos copias de seguridad periódicas como parte de nuestros planes de recuperación ante desastres. En caso de que aún no lo hagas, aquí tienes seis razones por las que deberías hacerlo. Puede que incluso sigamos la regla 3-2-1. Sin embargo, ¿es esto suficiente?
¿Recuerdas los viejos disquetes de los años 90? Solían ser un método de almacenamiento de datos fiable, pero ahora son anacronismos que —en el caso de mi padre, por lo menos— solo sirven como posavasos.
Luego está el software antiguo que ha dejado de usarse con el tiempo. Estas aplicaciones solían utilizar formatos de archivo propietarios y la muerte del software ha hecho que todos sean prácticamente ilegibles. En el mundo empresarial, las aplicaciones heredadas —ya sean de terceros o personalizadas— pueden plantear problemas similares.
Si avanzamos hasta la era de Internet, las cosas no están mejor. En 2018, Flickr dejó de ofrecer un terabyte de almacenamiento gratuito. Aquellos que superaban el límite y no quisieran pagar la cuota pronto veían que sus fotos más antiguas eran borradas.
En el ámbito empresarial, está el caso de la pérdida de datos por interrupciones de servicio u otros errores. Nuestros sistemas de almacenamiento en la nube son posiblemente más robustos que antes, pero esto no los hace completamente a prueba de deterioro.
Este tipo de pérdidas de datos podría conducir a lo que los archivadores denominan la era digital oscura. Se trata de un periodo en el que se pierden grandes cantidades de los datos que creamos. Puede deberse al fallo de los dispositivos de almacenamiento, la decadencia de bits, la incompatibilidad de los formatos de archivo, el cierre de sitios web y servidores, etc.
Hay quien dice que la era digital oscura ya ha comenzado. Si miramos al pasado y vemos todos los datos que se han perdido por culpa de sitios web caídos, formatos de almacenamiento y archivo obsoletos, es difícil no estar de acuerdo.
Evitar una era digital oscura: por qué y cómo hacer copias de seguridad más eficaces
Sin más preámbulos, entremos en materia. Los siguientes artículos tratan con más detalle el deterioro de los datos y la era digital oscura. Encontrarás respuestas a qué son, cómo pueden afectar a su negocio y sus datos personales, y posibles formas de contrarrestarlos.
Los datos antes se consideraban inmortales. La historia ha demostrado lo contrario. Desde cosas mundanas como mensajes en foros hasta piezas de periodismo de investigación, nada está a salvo de la decadencia inducida por el progreso de la era de los datos.
Si no actuamos hoy, es posible que las generaciones futuras sólo tengan acceso a una fracción de la información que creamos.
2. La era digital oscura, ¿una preocupación para las empresas?
Algunos sectores se transforman rápidamente y las tecnologías más antiguas son sustituidas por otras nuevas. Otros avanzan con lentitud, dependiendo demasiado de aplicaciones y sistemas heredados antes de verse arrastrados por las nuevas tecnologías.
Entre tanto cambio, surge una pregunta: ¿pueden las organizaciones de estos sectores seguir accediendo a sus archivos antiguos? Idealmente, la respuesta debería ser afirmativa. No obstante, los datos antiguos podrían resultar ilegibles si las organizaciones no tienen en cuenta la compatibilidad entre los sistemas antiguos y nuevos.
3. Evitar una era digital oscura
A medida que los soportes de almacenamiento de datos se hacen más densos, los datos almacenados en ellos se vuelven más propensos a corromperse. Una forma de preservarlos es hacer copias de seguridad periódicas. Sin embargo, no basta con copiar y pegar. Hay que actualizar los archivos a formatos más nuevos para que no se vuelvan ilegibles.
Para los archivos más importantes, puede que tengamos que hacer copias adicionales en soportes analógicos. Las cintas son una opción, como se explica en el siguiente artículo. La impresión es otra, según el autor de este artículo sobre la era oscura de los datos.
Sorprendentemente, el medio “muerto” de las cintas magnéticas sigue siendo muy utilizado para almacenar datos a largo plazo. Si bien los proveedores de servicios en la nube ofrecen formas más baratas de almacenar datos de archivo, las cintas siguen siendo una solución fiable a largo plazo. Por supuesto, siempre que se almacenen de forma segura.
Microfilm cerámico, almacenamiento de datos basado en el ADN y sílice fundida: grupos de investigación de todo el mundo están experimentando con distintas formas de almacenar datos a largo plazo. Aunque todavía no son relevantes para las empresas, algunos de estos medios podrían convertirse en los formatos de almacenamiento a largo plazo del futuro.
Conclusión
Los datos no son permanentes. De hecho, pueden ser más frágiles de lo que se piensa. Desde particulares hasta organizaciones, todos debemos replantearnos cómo hacemos copias de seguridad de nuestros datos.
El almacenamiento en la nube y las unidades SSD externas son una solución, pero ninguna es a prueba de errores. Puede que algún día los nuevos formatos de almacenamiento de datos superen estos retos. Mientras tanto, los formatos más antiguos —tales como las cintas magnéticas, los documentos impresos o el microfilm— podrían utilizarse para cubrir las actuales necesidades de respaldo de datos a largo plazo.
Al hacer copias de seguridad de los datos o modernizar los sistemas, las organizaciones deben asegurarse de que sus archivos siguen siendo legibles. Esto puede ir desde garantizar la compatibilidad con formatos anteriores hasta copiar archivos en formatos más recientes.
Analista de marketing