Un flujo de datos sin obstáculos es primordial cuando se trata de lograr una experiencia de red fluida y rápida para los usuarios. Como administrador de red, es esencial garantizar una distribución equitativa del ancho de banda para las aplicaciones que consumen muchos recursos, mantener un flujo ininterrumpido de velocidad de red y garantizar una red segura y libre de amenazas internas y externas. También es importante controlar la latencia, la pérdida de paquetes y la fluctuación, y cumplir los acuerdos de nivel de servicio (SLA). Si mantiene bajo control todos estos factores, podrá influir y mejorar la calidad del servicio (QoS) de su red y la experiencia del usuario.
La QoS desempeña un rol esencial en la gestión y optimización del tráfico de red. Comprende protocolos diseñados para optimizar el rendimiento de una red brindando compatibilidad a aplicaciones de misión crítica dentro de una capacidad limitada. Esto se consigue asignando ancho de banda para priorizar flujos específicos de paquetes de tráfico dentro de la red. Los administradores de red asignan la prioridad (u orden) en que deben tratarse los paquetes de red, y también asignan la cantidad de ancho de banda a cada aplicación concreta.
QoS: El portero de su fiesta en la red
Pensemos en la red como en un evento de alto nivel con famosos, los flujos de paquetes como los invitados y los protocolos de QoS como el equipo de seguridad que se encarga de la lista de invitados. Mientras la cola de invitados que acceden al evento sea fluida, no habrá congestión. Pero, si se produce alguna congestión, los protocolos QoS van a permitir que los invitados de la lista A (por ejemplo, las aplicaciones de misión crítica) pasen primero por la red, mientras que los paquetes ordinarios tienen que hacer cola hasta que se les permita pasar. Este proceso garantiza que las aplicaciones de misión crítica no experimenten ninguna latencia que afecte al rendimiento general de la red. En resumen, la QoS actúa como un portero digital que redirige y ordena los paquetes de datos en función de su importancia.
Cómo aplicar políticas de QoS
La QoS desempeña un rol clave en los siguientes ámbitos:
∙ Llamadas VoIP
∙ Transferencias de archivos
∙ Aplicaciones interactivas
∙ Mercados minoristas electrónicos
Veamos un caso real. En muchas organizaciones, las interacciones clave del equipo de asistencia se producirán a través de VoIP, videoconferencias y llamadas de vídeo bajo demanda, por encima de otras áreas como las transferencias de archivos o las compras electrónicas. En estos casos, las políticas de QoS garantizan que estas interacciones estén muy protegidas de los problemas de latencia y fluctuación de fase, y les dan prioridad como aplicaciones de misión crítica frente a las que no lo son. Al priorizar el tráfico de VoIP y vídeo, las políticas de QoS pueden garantizar conversaciones claras e ininterrumpidas que den lugar a reuniones virtuales satisfactorias.
Las políticas de QoS dan prioridad a los paquetes adecuados. El objetivo es ofrecer el máximo servicio y una experiencia ininterrumpida al usuario final con una capacidad de ancho de banda limitada. Pero, ¿cómo se hace? Esto se implementa en tres etapas principales:
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Definir servicios de misión crítica mediante QoS: Las políticas de QoS garantizan la coherencia y los recursos de red adecuados para asignar a aplicaciones y servicios importantes.
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Determinar los SLA para las clases de tráfico: Los paquetes de red se clasifican por cabeceras de paquete para conocer su origen y destino con el fin de priorizar los paquetes no críticos.
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Elaborar e implementar políticas de QoS: Una herramienta de calidad de servicio efectiva utiliza varias reglas y políticas para gestionar los flujos de datos. Con una técnica adecuada de modelado de tráfico QoS, usted puede optimizar y garantizar un mejor rendimiento del ancho de banda, lo que se traduce en un aumento de la productividad.
Por qué la QoS es esencial para la seguridad
Ninguna organización quiere una red desorganizada o congestionada. Con políticas de QoS efectivas, los administradores de red tienen el poder de determinar y priorizar las aplicaciones críticas que más contribuyen a las necesidades de la organización. Si las políticas de QoS se ven comprometidas en una red, se pone en peligro la integridad y seguridad de los datos, lo que puede provocar brechas en la red tanto para el personal como para los clientes. Es necesaria una sinergia entre las políticas de QoS y la seguridad de la red para alimentar un sistema de red resistente y seguro.
NetFlow Analyzer y modelado de tráfico QoS
Generalmente, el modelado de tráfico QoS se realiza de dos maneras:
∙ Modelado de tráfico a nivel de aplicación
∙ Modelado de tráfico a nivel de router
El sistema holístico de monitoreo de redes de NetFlow Analyzer ha ampliado su alcance desde el análisis del tráfico de red hasta el modelado del ancho de banda QoS, lo que permite editar y aplicar políticas QoS efectivas para el tráfico de misión crítica.
Con el modelado de tráfico QoS a nivel de aplicación, ahora es posible añadir la flexibilidad necesaria para la capacidad de ancho de banda mediante la visualización de la velocidad, la utilización y la velocidad de tráfico de ENTRADA y SALIDA de los dispositivos, junto con sus interfaces. Mientras que en las configuraciones a nivel de router, las políticas y criterios pueden aplicarse al instante, incluida la configuración de punto de código de servicios diferenciados (DSCP) de QoS, el filtrado de reglas ACL y políticas de servicio.
Estas son algunas de las funciones de modelado de tráfico QoS en NetFlow Analyzer:
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Revisar las políticas de QoS mediante un reconocimiento de aplicaciones basado en la red (NBAR).
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Aplicar un filtrado de tráfico basado en direcciones de host a través de la configuración ACL.
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Configurar una QoS basada en clases para hacer frente a la pérdida de tráfico de red resultante de las caídas posteriores a la política.
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Administrar diferentes configuraciones de QoS modificando los puntos de código de servicios diferenciados (DSCP).
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Generar informes forenses de QoS personalizables para un periodo de tiempo seleccionado con el fin de gestionar el consumo de ancho de banda en su organización.
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Bloquear las IP de los atacantes y limitar el tráfico no deseado.
La tendencia actual hacia interacciones optimizadas y seguras en la nube, la creciente demanda de dispositivos IoT y las expectativas de una transmisión de datos sin inconvenientes se disparan, y la calidad del servicio seguirá desempeñando un rol fundamental en la gestión efectiva del tráfico.
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