Cada día las sociedades generan cantidades de datos inmensas y las ciudades pueden utilizar esta información para brindar mejoras para sus habitantes, e incluso proponer un enfoque de uso de los datos centrado en el ser humano. ¿Cómo se logra esto?
Zettabyte: Una inmensa unidad de datos
Cada día en todo el mundo, los humanos estamos generando más de 500 millones de tweets, 294 mil millones de correos electrónicos, más de 4 millones de gigabytes subidos a Facebook, más de 65 mil millones de mensajes en WhatsApp y más de 720 mil horas de videos subidos a YouTube.
Solo en 2020 se generaron, durante todo el año, 59 zettabytes (59ZB) y se espera que esta inmensa cifra llegue mucho más lejos y alcance los 175ZB para el año 2025. El zettabyte es la unidad que va por encima del gigabyte, el terabyte, el petabyte y el exabyte, y equivale a mil trillones (un uno seguido por 21 ceros) de bytes.
Para dimensionarlo: si reemplazaramos los bytes por monedas ordinarias (de unos 3 milímetros de canto), y apilaramos esos mil trillones de monedas en una sola torre, tendría una longitud de 2.550 años luz, es decir, tardaríamos 2.550 años en llegar al final de esa torre, viajando a la velocidad de la luz. Esto para un solo ZB.
¿Qué estamos haciendo con esas cantidades de datos? ¿Hay alguna manera de aprovecharlos de mejor manera? La ciudad de Helsinki (capital de Finlandia) ha demostrado como los gobiernos locales pueden utilizar los datos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Helsinki: caso de uso de los datos
Las autoridades de la capital de Finlandia han encontrado diversas formas de aprovechar los datos que genera la ciudad, respetando los estándares internacionales de protección de datos y privacidad, y planteando un modelo de ‘human centric data’.
Por lo general los datos se mantienen aislados, se utilizan con un elemento de mercado o de venta en muchas empresas, pero no están disponibles para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, por ejemplo.
Sin embargo, para aprovechar al máximo el poder de esta información y beneficiar a los habitantes, hace falta pensar en modelos de gobernanza capaces de comprender los desafíos de la gestión de la información y la ciberseguridad.
A medida que la cantidad de datos que generamos crece, la gestión de la información se hace cada vez más compleja y su integración con los temas sociales, económicos y políticos requerirá de soluciones prácticas y de autoridades locales capaces de administrarla.
El gobierno local de la ciudad de Helsinki decidió utilizar la huella de datos para aportar a la calidad de vida de sus habitantes. Esto lo logró separando el almacenamiento y la información de las tareas realizadas por los residentes y clasificando sus necesidades mediante el análisis de datos.
De esta manera la ciudad puede ahora ofrecer a los ciudadanos servicios nuevos y personalizados para que los puedan usar cuando los necesiten, rompiendo así los límites de las ineficiencias generadas por la burocracia.
Por ejemplo en 2021, más de 5.500 familias recibieron mensajes de texto con sugerencias de centros de cuidado para los niños de primera infancia, ubicados en sus vecindarios o adecuados para niños con necesidades especiales.
El desarrollo de estos proyectos contó con el apoyo del Foro Económico Mundial y sus resultados fueron publicados en el estudio ‘Sociedades empoderadas por los datos: un enfoque humano-centrista a las relaciones con los datos’.
Una de las conclusiones más importantes de esta investigación, es que se necesita de sociedades y autoridades locales preparadas para la gestión de datos: teniendo en cuenta elementos como la confianza, la transparencia, la equidad y la generación de valor.
Por lo pronto, este blog y sus tantos bytes seguirán aportando datos a esa inconmensurable pila de zettabytes que estamos construyendo. Lo importante, como siempre, es que agreguemos valor.