La IA y ML están conquistando el mundo a un ritmo acelerado. La IA ha facilitado mucho la vida. En muchos casos, acelera los procesos manuales, reduce los costes y elimina los errores manuales. Sin embargo, también se sabe que beneficia a los delincuentes informáticos que emplean la IA para llevar a cabo ataques con mayor eficiencia.
Un ejemplo de delincuencia informática impulsada por la IA son los deepfakes. Un deepfake, que es una palabra híbrida formada por “deep learning” (aprendizaje profundo) y “fake” (falso), que puede utilizarse para manipular rostros y voces combinando múltiples ángulos de rostros de personas, imitando sus gestos y patrones de habla, para hacerse pasar por individuos. Hay tanto software de código abierto disponible en línea para crear deepfakes que se ha vuelto casi imposible identificar lo que es real y lo que es falso.
Los modelos de ML requieren cantidades masivas de datos de entrenamiento para funcionar eficientemente. Cuantos más datos se introduzcan en el sistema, más preciso será. Sin embargo, el término ML adverso define cómo se puede engañar a uno de estos sistemas para que cometa errores, alimentándolo con datos de entrenamiento incorrectos, lo que interrumpe el modelo de ML.
Este envenenamiento de datos conduce a un sistema de defensa vulnerable, lo que permite a los atacantes tener éxito en los ataques automatizados de spear phishing mediante la explotación de los puntos débiles que fueron clasificados como positivos, que es otra amenaza difícil de detectar para el ojo inexperto.
Un ataque de botnet impulsado por la IA puede ser extremadamente peligroso. No se limita a atacar dispositivos informáticos: este tipo de ataque es capaz de infectar también smartphones, cámaras de vigilancia y dispositivos IoT.
El DDoS es una forma común de este tipo de ataques: los atacantes recopilan todos los datos posibles para construir un modelo de ML, y lo utilizan para entrenar al malware en cómo predecir el patrón de defensa del sistema con el fin de permitir estrategias de toma de decisiones automatizadas. Estos ataques impulsados por la IA son capaces de cambiar automáticamente sus estrategias de ataque en función de la respuesta del sistema de defensa.
Un sistema sofisticado de IA, cuando está en manos de un actor malicioso, es una amenaza inminente para los sistemas de seguridad; este sistema puede adaptarse a los protocolos y canales de comunicación de una organización disfrazándose y extendiéndose fácilmente por múltiples dispositivos y redes, haciendo caer una ciudad entera o la red de una nación en un abrir y cerrar de ojos.
Los artículos que se presentan a continuación muestran cómo la IA y ML se utilizan como ingrediente para crear sofisticados programas maliciosos para realizar ataques.
1. Envenenamiento de datos: Cuando los atacantes ponen la IA y ML en su contra
Las tecnologías de ML e IA son muy efectivas contra la prevención del ransomware; sin embargo, los delincuentes informáticos pueden utilizar ML para llevar a cabo el envenenamiento de datos. El envenenamiento de datos por parte de los adversarios puede realizarse de dos maneras: inyectando datos de entrenamiento erróneos y destruyendo la integridad del sistema o generando una puerta trasera para los ataques cibernéticos.
2. Apreciada empresa de TI: Los delincuentes informáticos también utilizan la IA
Los ataques de ingeniería social como los deepfakes y los ataques de spear phishing se han convertido en una preocupación creciente en los últimos años. Los correos electrónicos de spam y phishing personalizados se dirigen a personas de alto nivel en una organización utilizando correos electrónicos y facturas convincentes para persuadir al usuario de que comparta datos confidenciales.
La IA convertida en arma puede identificar los puntos débiles de una organización y adaptarse al sistema imitando elementos de confianza para causar el máximo daño.
3. Cómo los delincuentes utilizan la inteligencia artificial para aumentar los ataques cibernéticos
La tecnología de ML requiere enormes conjuntos de datos para funcionar efectivamente y debe ser monitoreada y probada rigurosamente para evitar cualquier daño potencial que pueda causar. Las amenazas pueden producirse por errores manuales al diseñar el sistema o cuando alguien quiere deliberadamente convertirlo en un arma para los ataques mediante la ingeniería inversa del sistema, con el fin de encontrar los datos que se utilizaron para entrenar el sistema, y luego manipularlos.
El monitoreo y los análisis basados en la IA pueden ayudar a identificar y alertar sobre cualquier comportamiento anormal en el sistema y combatir las amenazas de forma efectiva cuando surjan.
4. Ataques cibernéticos con IA: Los hackers están convirtiendo a la inteligencia artificial en un arma
La IA es un arma de doble filo que puede emplearse como arma y como solución. Los ataques cibernéticos son cada vez más frecuentes, más sofisticados y más difíciles de detectar, dejando a las organizaciones cada vez más vulnerables a la pérdida de ingresos, a las multas o incluso a la quiebra.
Los hackers construyen malware con inteligencia artificial que puede reescribir su código cuando se detecta para evitar lo que le hizo fallar en el pasado y lanzar un nuevo ataque. Este tipo de malware puede aprender y adaptarse a un sistema de seguridad para determinar qué carga útil utilizar para explotar el sistema en el siguiente intento.
La IA tiene la capacidad de adaptarse a un entorno determinado o de responder a él de forma inteligente. Los hackers desarrollan malware inteligente y ejecutan ataques furtivos aprendiendo el ciclo de vida de las actualizaciones de parches para identificar cuándo un sistema está menos protegido.
Las soluciones de seguridad informática basadas en la IA pueden ayudar a las organizaciones detectando y analizando patrones de actividad inusuales y bloqueando a los usuarios considerados maliciosos, evitando que el malware se propague por el sistema y acceda a los recursos del mismo.
La poderosa naturaleza de la IA está siendo examinada de cerca por organizaciones y gobiernos. Para proteger los datos, los activos y la propiedad intelectual, todas las organizaciones tienen que implementar las defensas cibernéticas adecuadas basadas en la IA para garantizar que estén mitigando adecuadamente la amenaza de los delincuentes informáticos y, al mismo tiempo, preparándose para hacer frente a cualquier forma de amenaza que pueda surgir en el futuro.