La desinformación no será un problema si memoriza las mejores prácticas.
La desinformación está en auge. Si bien la inteligencia artificial (IA) no causó este problema, lo ha exacerbado. Hoy más que nunca, los usuarios deben mantenerse escépticos y con los ojos bien abiertos. Desafortunadamente, en medio del frenético y constante bombardeo de noticias, lo más fácil es creer todo lo que se publica en redes sociales. Se necesitan buenos hábitos para no caer en la desinformación.
Justo por ello nos pusimos la tarea de recopilar las mejores prácticas para no caer en la desinformación. Hemos tomado los consejos de fuentes como la revista Science, la Universidad de Connecticut, el Parlamento Europeo, UNESCO y The Washington Post.
Descubra porqué existe la desinformación
Al consumir artículos incendiarios y otras fuentes de información confusa, nunca está de más preguntarse cómo podría beneficiarse el autor esparciendo dicha desinformación.
Con frecuencia, esta clase de información se propaga durante eventos políticamente volátiles. Las elecciones son un buen ejemplo. Sin importar el bando, teorías conspirativas, acusaciones sin fundamento y preocupaciones sin justificación rondan por la red con la intención de generar reacciones viscerales de ambos lados.
Claro, no toda desinformación tiene ese objetivo. Algunas veces, los que la crean lo hacen de broma. Aun así, es necesario ser crítico para no propagar falsedades.
No se deje llevar por sesgos ni reacciones visceral es
Como se mencionó, el objetivo de esparcir desinformación consiste en generar reacciones viscerales. En dicho estado, es difícil pensar racionalmente. Tener la cabeza fría es vital para no propagar información falsa. Sin embargo, este no es el único escenario en el que la desinformación ocurre. Hay usuarios que comparten información falsa, incendiaria o confusa solo porque se alinea con su punto de vista y valores.
No comparta inmediatamente
Al ser víctima de la indignación, en lo único que puede pensar es en compartir con sus allegados la información que acaba de encontrar. No obstante, suele ser el caso en que lo único que ha leído es el título o el primer párrafo. Lo mínimo que debería hacer es tener una comprensión total del contenido. Aun así, hay mucho más que puede hacer.
Encuentre las fuentes originales
No se deje engañar. Que algo esté publicado en internet no lo hace automáticamente verdad. Que alguien sea famoso no quiere decir que sea confiable. La única forma de descubrir la verdad es llegando a la fuente original. Si no es posible localizar el estudio o la declaración que respalda la información, lo más probable es que sea falsa.
También revise cuándo se creó el perfil que compartió la información. Si es muy reciente, probablemente se creó para desinformar. En el caso de páginas web, en Google puede hacer clic sobre los tres puntos al lado de la URL y leer “Más información sobre la fuente”. También puede hacer una investigación por su cuenta.
Haga una lista de fuentes confiables
Confíe en los expertos. Pueden ir desde medios de comunicación de buena reputación hasta investigadores y consultores. Una buena forma de cazar fuentes confiables es distinguiendo aquellas que citan sus fuentes o no tienen un fuerte sesgo político.
No emplee IA para conseguir noticias
Con el boom de la IA, muchos usuarios han empleado esta tecnología como un sustituto de Google y otros buscadores. Sin embargo, no es prudente depender de estas herramientas. En el mejor de los casos, entregan información sin su debida fuente. En el peor, pueden alucinar o mezclar información para crear incoherencias.
Busque contexto adicional sobre eventos noticiosos
No se quede con una sola versión de la historia. Analice un mismo hecho desde diferentes fuentes. Claro, deben ser verídicas. ¡Saque provecho a esa lista de fuentes!
Aprenda cómo identificar imágenes y videos creados por IA
Otra consecuencia de la IA ha sido la proliferación de imágenes y videos falsos. Aunque difícil, identificarlos no es imposible. Algunas veces basta con fijarse en las manos, el fondo de las imágenes y objetos inanimados para darse cuenta que algo no está bien.
Autentique la veracidad de imágenes y videos reales
Incluso antes del auge de la IA, videos e imágenes reales editados y/o fuera de contexto eran empleados para desinformar. Herramientas como InVid pueden ayudar a verificar la autenticidad de los videos. En el caso de las imágenes, sacar un pantallazo y ponerlo en el buscador de Google puede ser suficiente para encontrar su fuente.
Verificar hechos con herramientas
Algunas redes sociales cuentan con sus propias herramientas para verificar hechos. X cuenta con las notas de la comunidad y Google, con Fact Check Explorer. No obstante, dado el gran volumen de publicaciones creadas para desinformar, muchas pueden pasar por debajo del radar. En este caso, corresponde a los usuarios verificar.
Páginas como FactCheck.org y Chequeado pueden ser una gran ayuda.
Lectura recomendada: Inteligencia artificial y ciberseguridad: el futuro según Capgemini
Incluso con el conocimiento de estas mejores prácticas, puede ser difícil encontrar la verdad en medio de tanta desinformación. Lo que sí podemos garantizar es que sí evitarán que noticias falsas y demás desinformación se propaguen como el fuego.
Recuerden: la desinformación prolifera cuando la sociedad no cuestiona lo que lee.