Los negocios, las tendencias y la vida misma, fluyen a una alta velocidad en medio de un ambiente de cambios constantes y pocas certezas. Los modelos operativos de la gran mayoría de compañías se desarrollaron en un mundo pre-pandemia. Con la nueva normalidad ¿cómo construir un modelo operativo útil?

Recientemente EY encargó a la publicación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT Sloan Review) una encuesta a 370 líderes empresariales de compañias de todo el mundo para explorar cómo están cambiando sus modelos operativos y si lo que están haciendo ahora será suficiente para tener éxito en el futuro.

Modelos anacrónicos

Muchas compañías utilizan modelos operativos antiguos. Conciben las tareas en un esquema rígido, contemplando flujos de producción pensados para el trabajo únicamente en oficinas y sin tener en cuenta los retos del mundo post-pandemia.

La mayoría de estos modelos se basan en un supuesto de previsibilidad y están orientados a una ventaja competitiva. Sin embargo, estos fundamentos resultan poco útiles para gestionar negocios, en un ambiente de transformaciones constantes y rápidos avances tecnológicos.

La nueva normalidad enfocada en temas como el trabajo híbrido, el trabajo remoto, la satisfacción de los clientes, la generación de experiencias y la creación de valor, requiere de modelos más ágiles y por ende, flexibles.

Tanto han cambiado las empresas en los últimos años, que incluso muchas abandonaron la idea de un único modelo comercial, o de un core de negocio exclusivo. Muchas han incursionado en diversas áreas buscando sobrevivir a un desafiante contexto de negocios.

Las seis claves del modelo operativo del futuro

A continuación presentamos las seis claves que EY y la publicación del MIT encontraron como fundamentales a la hora de preparar un modelo operativo listo para los retos del mundo actual.

1. Redes integradas en lugar de silos

Una transformación gradual que realice cambios incrementales en ciertas áreas de la organización será demasiado lenta. Los futuros modelos operativos deben construirse en torno a interacciones integradas y colaborativas dentro de las empresas y con sus socios externos, en lugar de en silos funcionales. Eso representa un cambio sistémico.

2. Múltiples modelos de negocio en lugar de un único modelo de negocio

Ya no es suficiente crear y respaldar un solo modelo comercial ganador. En cambio, los modelos operativos orientados al futuro deberían permitir que las organizaciones exploren, prueben y escalen una gama de diferentes modelos comerciales simultáneamente.

Esa capacidad resuelve lo que llamamos el “dilema de la pluralidad”: el desafío que enfrentan las organizaciones para adaptarse rápidamente a un futuro que seguirá cambiando a un ritmo sin precedentes mientras optimiza la forma en que operan hoy.

¿Cuántos restaurantes ya no solo ofrecen comida para consumir en el lugar, sino que además realizan domicilios y ofrecen servicios de catering o menús para eventos? Lo que antes era una opción, se ha convertido en la norma.

3. Relaciones internas y externas dinámicas en lugar de capacidades funcionales rígidas

El futuro modelo operativo se nutre de la combinación correcta de experiencia profunda y conocimientos generales. Dependiendo de dónde se encuentre la propuesta de valor futuro de una empresa, puede ser mejor subcontratar algunas habilidades que tradicionalmente se han manejado internamente.

4. Escala adaptativa y ampliable

Para tener éxito en el futuro, las empresas deben poder experimentar, probar y escalar nuevos productos, servicios y experiencias mucho más rápido que en la actualidad.

El futuro modelo operativo cede algo de control, lo que significa que puede moverse a la velocidad del mercado. Ese enfoque, que es muy diferente al modelo tradicional, implica administrar los ciclos de vida del producto desde el rápido desarrollo y lanzamiento de nuevas ofertas adaptadas a mercados específicos hasta el final de la vida útil de esos productos. En muchos sentidos, las empresas de consumo deben pensar y actuar más como empresas de software.

5. Una mentalidad de crecimiento en lugar de una mentalidad fija

En el entorno desafiante y muy fluido de hoy, las crecientes presiones para evitar errores pueden crear una cultura de crecimiento “seguro” en el mejor de los casos y una aversión tóxica al riesgo.

Es necesario cambiar la cultura de las empresas de un “lo que es” fijo, a una mentalidad de “lo que es posible”. No permita que la cultura de su empresa impida que los empleados desarrollen una mentalidad de crecimiento; después de todo, una organización verdaderamente ágil está formada por personas que son expertas en pensar y comportarse de manera ágil.

6. Innovación ágil en lugar de innovación en cascada

La innovación genuina implica algo más que I+D de productos; también implica modelos comerciales innovadores, procesos, asociaciones de ecosistemas y más. El futuro modelo operativo permite que todo el organismo del negocio cambie, y siga cambiando, para que pueda innovar continuamente a velocidad y escala.

Más allá de la transformación digital

El mundo como lo conocíamos hace 3 años ya no existe. Se mantienen algunos de sus elementos, y muchos otros cambiaron: desde las formas de hacer negocios hasta las relaciones sociales. Desarrollar modelos operativos idóneos para el actual momento, debe ser una prioridad.

El alcance de la transformación digital va más allá de los cambios en tecnología o la implementación de nuevos servicios. Se necesita de culturas corporativas y métodos de gestión más flexibles, dinámicos y ágiles.