Todas las compañías del mundo, sin importar su sector económico, tamaño o país de origen, se están enfrentando a un punto de quiebre que determinará sus perspectivas en el futuro próximo y a largo plazo. ¿Cómo podrán las empresas prepararse para salir bien libradas durante el 2021?
Si bien el aspecto económico es esencial, hay otros temas estratégicos que deben considerarse para asumir de manera inteligente los retos del año nuevo. Este informe de tendencias globales de mercadeo para 2021 y el reporte de cómo responder a los consumidores en la nueva normalidad (KPMG), brindan un panorama muy completo de lo que las empresas deben hacer para atender a sus clientes y lograr buenos resultados.
El estudio de KPMG encuestó a más de 75.000 consumidores ubicados en 12 mercados durante 4 meses. La evidencia sugiere que hay un rápido cambio en la forma en que los clientes ven su mundo; tal es el nivel de esta transformación que exige una respuesta igualmente rápida en la forma en que las empresas se acercan a sus mercados. A continuación, presentamos las cuatro pautas más importantes para fortalecer su organización de cara al 2021.
Conocer el contexto
La empresa de hoy debe prepararse, los consumidores informados buscarán comprar a las marcas informadas. Será necesario contemplar en la estrategia de acción de 2021 los aspectos políticos (futuras restricciones, precios cambiantes debido a la velocidad de los procesos de vacunación contra COVID, aumentos de impuestos), económicos (los consumidores gastarán menos buscando ahorrar, se enfocarán en valor y precio de los productos y servicios), sociales (se priorizará la salud y la protección de las personas, nuevos valores motivarán el consumo) y tecnológicos (ciberseguridad ahora es también un asunto de hogar, se debe digitalizar todo el customer journey y seguirá el crecimiento del comercio electrónico).
Enfocarse en el core del negocio
Las compañías deben fortalecer aquello en lo que son insuperables y dejar de lado las operaciones que requieren del apoyo de terceros o que resultan menos rentables.
El 41% de los consumidores si sienten económicamente vulnerables (muchos han perdido su empleo o están cerca de hacerlo debido a la crisis) y el 63% considera que el costo será el principal elemento a contemplar para la decisión de compra. Por lo tanto, será estratégico ofrecer únicamente los productos o servicios en los que la empresa puede garantizar muy buena calidad.
Recuperar la confianza
La confianza de las marcas se vio afectada negativamente después de la declaración de pandemia a nivel mundial. En inglés conocida como Brand Trust es la expectativa del consumidor de que el producto o servicio de una marca o incluso su comportamiento corporativo cumplirá con lo prometido.
Al inicio de la pandemia muchas empresas compartieron mensajes de solidaridad y empatía, pero con el paso del tiempo los consumidores vieron que lejos de aportar a la sociedad, algunas compañías se enfocaron en el beneficio económico dejando atrás esos mensajes que aludían a un comportamiento corporativo más responsable. Esto ha minado la confianza de los consumidores y para recuperarla será necesario trabajar arduamente.
El mundo seguirá siendo digital
Antes del COVID los canales digitales contabilizaban el 26% de las transacciones, que en la actualidad llegan al 44% y la tendencia se mantendrá creciendo. Impulsar la transformación digital incluso en temas que aún no son fundamentales representará una ventaja en el largo plazo.
Las personas seguirán prefiriendo las experiencias en el hogar (ver cine en casa, pedir comida a domicilio, etc.) y la compra de productos y servicios a través de internet; las redes sociales se convertirán en canales de venta exitosos muy pronto.
Será necesario digitalizar el customer journey de inicio a fin para asegurar compras en el ambiente online y ofrecer la mejor experiencia para el usuario es indispensable. El portafolio de ManageEngine cuenta con soluciones para digitalizar todos los frentes de una organización más allá del equipo de TI.
Con el cierre de un 2020 muy complicado para la economía, aventurarse a predicciones precisas no es posible. No obstante, estos datos revelan lo que los consumidores esperan de las marcas y plantean transformaciones integrales, más allá de la estrategia comercial o de marketing. El mundo está cada vez más conectado, es cada vez más complejo y tomar decisiones requiere de una opinión cada vez más informada.