Mevonnie Ferguson, madre de dos, fue víctima de una estafa un tanto curiosa. Tal como informa Wired, recientemente perdió 1.267 dólares tras comprar un boleto de una supuesta agencia de viajes para un viaje de Londres a Kingston. Todo estaba en orden cuando revisaba la reserva usando su número de confirmación y apellido. Sin embargo, la reserva desapareció sin dejar rastro pocos días antes del viaje.
Este problema no es exclusivo de las aerolíneas británicas. Es tan solo una antigua vulnerabilidad del sistema de reservas que los cibercriminales han sabido cómo explotar.
¿Cómo funciona la estafa?
Cabe aclarar que una reserva confirmada y una con tiquete no son iguales. Los estafadores aprovecharon el desconocimiento de esta diferencia para hacer de las suyas.
A través de correo, redes sociales o un sitio web, el criminal seduce a los posibles clientes con boletos de avión baratos. Una vez posee los datos de la víctima, el estafador compra una retención de reserva —mas no el tiquete— a través de la agencia.
El siguiente paso es pasar dicha retención a la víctima como si se tratara de un boleto legítimo. De esta forma, cuando revise la reserva en la página oficial de la aerolínea, la víctima evidenciará que la reserva está en el sistema. Sin embargo, dos semanas bastan para que la retención desaparezca y el criminal escape con el dinero.
¿Para qué sirve una retención de reserva?
La mayoría de aerolíneas no dejan que los pasajeros retengan una reserva por mucho tiempo. Qatar Airways permite hacerlo solo por 72 horas y por una tarifa mínima. Esto quiere decir que se le proporciona un número de registro de nombre de pasajero (PNR) válido. Sin embargo, la reserva no será “emitida” hasta que todo el boleto sea pagado.
Al contrario, las agencias de viaje son mucho más flexibles. Es por eso que siguen siendo la primera opción de muchos viajeros. Múltiples compañías suelen anunciar reservas económicas como ‘itinerarios de vuelo para solicitudes de visa’, también conocidos como ‘boletos de muestra’. Estos suelen ser válidos por dos semanas, tiempo más que suficiente para que un estafador haga de las suyas.
Lo anterior no quiere decir que las retenciones de reservas no sean útiles. A la hora de aplicar a una visa, los viajeros pueden optar por pagar una cuota mínima en vez de todo el boleto. En el caso hipotético de que su visa sea rechazada, la pérdida económica será mínima. Es más sencillo que discutir con la aerolínea por un reembolso.
¿Qué hacer para evitar la estafa?
Cabe señalar que esta no es la primera vez que los cibercriminales se aprovechan de los viajeros. Tampoco será la última. Ya que la compra de un boleto es en sí un salto de fe y la situación económica actual hace que muchos viajeros busquen las ofertas más baratas, los estafadores ven en la temporada alta una oportunidad imperdible.
Por supuesto, la solución más fácil para esta estafa específica es comprar los boletos de avión directamente a la aerolínea. Eso o hacerlo por medio de una agencia de viajes de confianza. Como dice el dicho, “si es muy bueno para ser verdad, probablemente no lo sea”. En el caso de que aún desee tentar su suerte, por lo menos asegúrese de verificar con la aerolínea si su reserva confirmada viene con un tiquete real.