El 2020 en definitiva obligó a organizaciones a dar un giro de 180 grados a la forma en que estaban establecidas las rutinas de trabajo y reafirmó lo fundamental que es un equipo de TI. Bastante se ha hablado sobre la adopción de nuevas tecnologías para asegurar que el teletrabajo no se convirtiera en un riesgo después de dejar las oficinas por la pandemia.
Ad portas de culminar este año podemos concluir que la normalidad como la conocíamos nunca volverá y por eso las empresas han dado un nuevo paso hacia las labores remotas que impliquen una menor frecuencia en instalaciones físicas y por el contrario, dar ese voto de confianza a los colaboradores para que rindan sus tareas desde el hogar.
Para el 2021 nos espera un poco más de lo mismo que vivimos actualmente, las tendencias vendrán de la mano con los estragos que dejó la post cuarentena, lo cual trae nuevos retos para los equipos de TI que tendrán que adaptarse, acostumbrarse y sortear los escenarios venideros.
Desde que la pandemia inició, uno de los temas que más generó preocupación la seguridad, ya que hacer seguimiento sobre el manejo que dan los empleados a los datos desde sus locaciones remotas, o qué software descargan o con quien comparten información no es tan fácil de medir si no se tienen las herramientas adecuadas.
Por ejemplo, un estudio indicaba que este año entre los meses de julio y septiembre en Colombia se registraron más de 815 millones de intentos de ciberataques, los cuales buscaban alguna oportunidad de vulnerabilidad para poner en jaque a alguna compañía violando sus datos y probablemente exigiendo alguna compensación monetaria por ello.
Y esta consideración nos lleva a la primera de las tendencias que se presentarán:
Seguridad: La prioridad para organizaciones y empresas
Cada día nos topamos con noticias nuevas que nos arrojan los resultados de los últimos meses en materia de seguridad, y también como se vienen blindando distintos organismos ya que es algo que concierne a diferentes sectores como salud, educación, banca e incluso oficinas estatales como las FF.AA. en Argentina que han tenido que reestructurarse con el tiempo debido al incremento de estos ataques, obligándolos a crear equipos que de manera proactiva estén al pie del cañón detectando y previniendo amenazas.
Y es que cuando hablamos de filtración de información, estamos hablando de costos pero también de proteger a otras personas que se pueden ver vulneradas y quienes quedarían expuestas en un santiamén. La protección de datos se tiene que ver también como calidad de vida para las personas, tener la tranquilidad de que no hay riesgos es algo a tener muy en cuenta; eso hace parte de una experiencia grata para un usuario o cliente.
Y no sólo nos detenemos ahí, sino que también en una coyuntura delicada como en la que nos encontramos, en la que miles de vidas se han perdido y otras millones están en riesgo, nos topamos con un ransomware que afectó los avances con las vacunas, recordándonos que la protección de nuestros sistemas puede ser de vital importancia.
La hiperautomatización: El machine learning en pro de facilitar procesos
Otro de los aprendizajes fue la necesidad de evolucionar en los procesos que antes estaban supeditados a la disponibilidad del personal encargado y que con motivos de la pandemia nació la necesidad de reinventar las operaciones normales y llevarlas a otro nivel donde tareas simples, al estar automatizadas redujeran costos y tiempo, siendo beneficioso para las organizaciones.
La RPA (Automatización robótica de procesos) que se encarga de esas tareas básicas y repetitivas, necesitará de la experticia de los usuarios quienes tienen la tarea de alimentarla implementando reglas de dichos procesos. Esta tecnología que viene de la mano con el Machine Learning se espera haga parte de las estrategias que se trazarán el próximo año en las que la recolección de datos junto a la inteligencia artificial convergirán para brindar nuevas tomas de decisiones basadas en hechos.
La IA ha venido creciendo con fuerza en lo últimos años, pero podemos decir que próximamente tomará un protagonismo completo; algo nos ha recordado el virus es la vulnerabilidad de la vida humana y como su protección es fundamental, por lo que el papel de la IA debe ser visto como una herramienta necesaria para no depender completamente de la participación humana sino delegar trabajo a las nuevas tecnologías y así alternar labores entre trabajadores digitales y humanos.
Soluciones en la nube: Un paso necesario
Después de la aversión de muchas compañías con el tema de migrar hacia la nube por temas de seguridad, el trabajo desde casa impulsó la toma de decisiones guiadas a escoger esta solución para integrar a los departamentos en un solo lugar que no fuera un servidor ubicado en las instalaciones de una empresa sino en la muy mencionada nube.
Se estima que para el 2021, la infraestructura pública global tendrá un crecimiento de 35% a 120.000 millones de dólares, y que aun pasada la pandemia, la adopción de nuevas prácticas es un riesgo que muchas empresas, después de ensayar, decidieron apostar por ello.
En ese orden de ideas veremos como esta movilización hacia la nube, será a pasos lentos pero seguros, inicialmente irán probando con una nube pública y luego veremos un auge de empresas desarrollando sus propias aplicaciones.
Resiliencia: El factor humano
En general las naciones tendrán que pasar por un proceso de adaptación hacia lo que se ha llamado “la nueva normalidad” que básicamente consiste en la reestructuración del trabajo como lo conocíamos y en abrir paso a un sistema de proactividad, que en un futuro si enfrentamos nuevas situaciones que nos obliguen a confinarnos, estemos preparados ante cualquier adversidad.
Este año trajo consigo muchos aprendizajes, experiencias, y nos recordó la vulnerabilidad de la vida humana y como debemos enfocarnos cada vez más en su preservación; cualquier pequeño detalle puede ser fundamental.
Con todo lo dicho anteriormente y el paso a nuevas tecnologías, no sólo nos aseguramos de enfocarnos más en el valor humano sino también en la experiencia tanto de usuarios como de nuestros mismos colaboradores, ya que algunas tareas que se vuelven tediosas, mecánicas y monótonas, pasan a ser responsabilidad de un sistema automatizado, por ejemplo, y se puede emplear ese capital humano para otros temas que desencadenen en unas felicitaciones por el servicio.
Teniendo esto en cuenta, se vienen nuevos desafíos por enfrentar, los cuales hace un año nunca habríamos imaginado y por lo tanto nos deja la lección de actuar proactivamente y revisar diferentes escenarios para estar preparados ante nuevas circunstancias.